Bangladesh
Las protestas han derivado en violentos enfrentamientos con la policía, que originaron la muerte de tres trabajadores. | Foto: EFE/EPA/MONIRUL ALAM
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Miles de trabajadores encargados de coser atuendos para gigantes de la moda llevan dos semanas protestando en el país sudasiático Bangladesh por mejoras salariales.

Las protestas han derivado en violentos enfrentamientos con la policía, que originaron la muerte de tres trabajadores. Los sindicatos reportaron de que la policía ha recurrido a gases lacrimógenos y balas de goma, lo que indica un aumento de la gravedad de las manifestaciones.

“Está aumentando y se está volviendo cada vez más violento”, declaró a CNN Christina Hajagos-Clausen, directora de la industria textil y de confección de IndustriALL Global Union, a la que están afiliados los sindicatos de Bangladesh.

El martes la junta salarial de Bangladesh propuso una mejora salarial mensual de 113 dólares para los empleados de la confección, aplicable a partir del 1 de diciembre. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por los trabajadores y las organizaciones sindicales, que argumentan que los salarios no han seguido el ritmo de la inflación en la última media década.

De acuerdo con la Oficina de Estadística de Bangladesh la inflación se disparó hasta el 9% entre 2022 y 2023, lo que supone la media más alta de los últimos 12 años.

Protestas en Bangladesh

Los empleados de la confección en Bangladesh ganan actualmente un salario mensual de 95 dólares mientras confeccionan prendas para grandes marcas como H&M, Zara y Levi’s.

Estos trabajadores abogan por un aumento salarial considerable de hasta los 208 dólares mensuales.

“Creemos que los trabajadores de la industria textil se han convertido en una burla por el anuncio de la junta… del salario mínimo. No es nada lógico. Si el salario mínimo no se fija racionalmente, existe el riesgo de que continúen los disturbios laborales, lo cual no es deseable ni para los trabajadores, ni para los empleadores ni para el Estado”, comentó Narza Akter, presidenta de la Federación Sommilito Garments Sramik.

Estas manifestaciones violentas provocaron el cierre de varias fábricas, paralizando el sector de la confección de Bangladesh, el segundo del mundo después de China.

Las repercusiones de estos disturbios han sido graves, con numerosos manifestantes ingresados en hospitales y al menos una fábrica incendiada.

Como reacción a la crisis, dieciocho marcas, entre ellas H&M, Levi’s, Gap, Puma y Abercrombie & Fitch, han hecho un llamamiento al primer ministro de Bangladesh para que se celebren negociaciones pacíficas y se revise el salario mínimo para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores.

Preocupación internacional

El Departamento de Estado de EEUU expresó su preocupación por la creciente opresión de los trabajadores e instó a reevaluar la decisión sobre el salario mínimo para hacer frente a las crecientes presiones económicas a las que se enfrentan los trabajadores y sus familias.

“También nos preocupa la represión actual de trabajadores y sindicalistas. Estados Unidos insta al proceso tripartito a revisar la decisión sobre el salario mínimo para garantizar que aborda las crecientes presiones económicas que enfrentan los trabajadores y sus familias”, expresó el miércoles Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado.

El sector de la confección desempeña un papel crucial en la economía de Bangladesh, ya que aporta el 35,1% de su PIB anual, según el Departamento de Comercio de EEUU.

A pesar de los avances en las condiciones laborales y las ligeras mejoras salariales a lo largo de los años, estos cambios se han visto superados por la rápida expansión de la industria de la confección.

La autoridad para modificar los salarios corresponde en última instancia a Bangladesh.

“Gran parte de la presión sobre las fábricas comienza con las marcas y los minoristas, y creo que es simplemente una conversación que la industria de la moda sigue tratando de resistir. Pero si queremos fijar los salarios, realmente tenemos que solucionar el problema de los precios”, agregó Elizabeth Cline, profesora de Política de la Moda en la Universidad de Columbia.

Los analistas sugieren que el verdadero cambio surge de las reformas políticas y de las propias iniciativas del país. La situación actual en Bangladesh se hace eco de las protestas de 2014 en Camboya, donde los trabajadores de la confección se manifestaron para exigir salarios más altos.

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