La primera parte de la sexta temporada de The Crown muestra el accidente automovilístico en París donde murieron la princesa Diana de Gales y su entonces pareja, el productor de cine Dodi al-Fayed.
Los ritmos de la historia contada en estos episodios son tan famosos en la televisión, que las imágenes están vívidamente grabadas en la memoria colectiva. Esto hace que la ventana de licencia artística del programa parezca reducirse cada vez más, dejándolo sin otra opción que recrear las escenas meticulosamente.
La sexta temporada, que tiene seis episodios más a partir del 14 de diciembre, comienza en el verano de 1997 con varios actores clave haciendo todo lo posible para seguir adelante con dignidad después de la complicada separación y divorcio que empañó la monarquía en los años 90.
Los diseñadores de vestuario y escenografía del programa deslumbran con su capacidad para crear imágenes instantáneamente reconocibles a partir de fotografías de paparazzi y hagiografías póstumas: el conjunto de baño verde neón que Diana usó durante las vacaciones con sus hijos y su nuevo interés amoroso, Dodi Fayed.
También el anillo de compromiso Repossi que Fayed compró para Diana en París; Diana con traje gris en el ascensor de servicio del hotel Ritz; la princesa con la chaqueta negra, pantalones blancos y aretes dorados que usó para cenar la noche del accidente y las ambulancias en el túnel del Pont de l'Alma.
También recrearon a la perfección a William y Harry caminando lentamente junto a Carlos III, el príncipe Felipe y el hermano de Diana, Charles Spencer, detrás de su ataúd durante la procesión fúnebre.
Lo que no parece real sobre Diana en The Crown
Una conversación entre Fayed y Diana durante las vacaciones logra incluir una explicación concisa y relativamente discreta de la demanda que la exprometida de Fayed ha presentado contra él tras la disolución de su compromiso.
Dadas estas representaciones fieles y cuidadosas, sorprende cuando The Crown inventa unas escenas. Como lo hicieron en la vida real, Fayed y Diana pasan unas horas inesperadas en su suite del hotel Ritz de París después de que fotógrafos y espectadores arruinaran sus planes para cenar.
Pero en la versión del programa, Fayed usa ese tiempo para proponerle matrimonio a Diana, una oferta que ella rechaza gentilmente. Se produce una conversación honesta y afectuosa, en la que ambas partes reconocen que la persona que más quiere que se casen es el padre de Fayed.
Juntos deciden hacer cambios serios en sus vidas, para mejor, tan pronto como regresen a casa desde París al día siguiente.
Es aún más extraño cuando, en las horas posteriores a su muerte, la imagen de Diana visita al príncipe Carlos y más tarde a la reina. En esas escenas la princesa consuela a Carlos y empuja a Isabel a responder al afligido público británico.
Fayed aparece, de manera similar, a consolar a su padre.
Pero la trama vuelve a hechos reales cuando la Isabel de la serie pronuncia las mismas palabras que expresó la verdadera reina, reconociendo la sabiduría y humanidad de su poco querida nuera ante Gran Bretaña y el mundo diciendo que “la admiraba y respetaba”.
