El Senado ha dado un paso significativo para poner fin a la prolongada e inútil guerra contra las drogas, al sacar adelante un proyecto de ley que pretende legalizar la marihuana en Colombia. Este paso prepara el terreno para la evaluación del proyecto de ley en la Cámara de Representantes.
Este avance legislativo marca el tercero de los ocho debates previstos antes de que el proyecto de ley pueda llegar al presidente el próximo año. El proyecto de ley de legalización de la marihuana, presentado por primera vez por el diputado Juan Carlos Losada y la senadora María José Pizarro en julio, estuvo a punto de ser promulgado a principios de este año, pero sufrió un revés en el Senado.
Según Pizarro, este avance significa el reconocimiento de que la estrategia histórica de la guerra contra las drogas ha sido improductiva. Durante el debate, resonó: "La estrategia de guerra contra las drogas ha sido ineficaz y el consumo no ha disminuido". Losada secundó las opiniones de Pizarro, haciendo hincapié en la necesidad de una regulación centrada en la salud pública que proteja a los menores y fomente las oportunidades económicas.
El viaje previo del proyecto de ley vio la aprobación en ambas cámaras el año pasado como parte del proceso de enmienda constitucional requerido. Consiguió pasar de nuevo por la Cámara de Diputados en mayo y por una comisión del Senado en julio, pero no alcanzó el umbral de 54 votos necesario para su aprobación en el pleno del Senado.
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, reflexionó el año pasado durante una audiencia en el Senado sobre cómo Colombia ha sido víctima de una guerra inútil contra las drogas durante 50 años, que ha provocado derramamientos de sangre, conflictos armados, delincuencia e infiltración de las mafias.
El presidente sobre la marihuana en Colombia
El presidente Gustavo Petro, firme defensor del fin global de la criminalización de las drogas desde su toma de posesión, dio a conocer recientemente una nueva política nacional antidroga. Esta política pretende reducir las sanciones penales y facilitar la transición de los colombianos hacia sectores legales de la economía.
En una reciente visita a Estados Unidos, Petro criticó la "enorme hipocresía" de la venta legal de cannabis en el país que inició la guerra mundial contra las drogas hace décadas. En la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas, comparó la guerra contra las drogas con "un genocidio", identificando a Colombia y México como sus principales víctimas.
Petro pidió una voz unificada para proteger a la sociedad y dejar de propagar un discurso fracasado. Argumentó en contra de considerar el control de las drogas como una cuestión militar, abogando en su lugar por considerarlo un problema de salud social. Reconoció además la victimización de las familias campesinas y de las comunidades indígenas y negras debido a la criminalización de las drogas.
Petro también destacó los inconvenientes de la prohibición de las drogas en una reunión de las Naciones Unidas, instando a los países miembros a reevaluar sus políticas en materia de drogas. Abogó además por la legalización de la marihuana en Colombia como estrategia para mitigar la influencia del mercado negro, seguida de la liberación de las personas encarceladas por delitos relacionados con el cannabis.
El ex presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, conocido crítico de la guerra contra las drogas, también apoyó la reforma. Hizo un llamamiento a favor de un diálogo mundial sobre la regulación gubernamental responsable, proponiendo estrategias para socavar las mafias de la droga y abordar los problemas del consumo mediante la prevención, la atención y la reducción de daños.
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