El sector fiduciario chino se enfrenta a una nueva oleada de incertidumbre cuando Zhongzhi Enterprise Group, uno de los principales bancos de China, declara una insolvencia multimillonaria. El conglomerado con sede en Pekín ha revelado un déficit de 260.000 millones de yuanes (aproximadamente 36.000 millones de dólares), lo que plantea interrogantes sobre sus operaciones futuras.
Zhongzhi, el banco chino que declara insolvencia, opera dentro de una red de entidades privadas. Estas entidades prestan servicios financieros a través de instituciones alternativas como organizaciones fiduciarias y fondos de gestión de patrimonios. La principal cartera de inversiones de Zhongzhi consiste en proyectos inmobiliarios.
La escalada de la crisis de liquidez, que ha ido en aumento desde el verano, subraya los continuos problemas en el sector bancario en la sombra de China, estimado en 2,9 billones de dólares.
En una reciente comunicación a sus inversores, Zhongzhi admitió que su pasivo total ha alcanzado los 460.000 millones de yuanes (65.000 millones de dólares), superando con creces su activo, valorado actualmente en 200.000 millones de yuanes. Esta revelación marca un marcado contraste con el punto álgido de la empresa, cuando gestionaba activos por valor de más de un billón de yuanes.
La empresa admite que una gran parte de sus activos está inmovilizada en deuda a largo plazo e inversiones de capital, cuya liquidación es actualmente un reto. Con unos importes recuperables previstos bajos, una liquidez menguante y un deterioro significativo de los activos, Zhongzhi se encuentra en una situación crítica.
Según la empresa, el déficit masivo se debe a problemas de gestión interna que se descontrolaron "en gran medida" tras la salida de ejecutivos clave después de la muerte del fundador de la empresa, Xie Zhikun, en diciembre de 2021. El papel central de Xie en la toma de decisiones dejó un vacío que agravó los problemas de la empresa. "A pesar de varios intentos de rescatar la empresa, todos se quedaron cortos. Lamentamos profundamente los inconvenientes causados a todos nuestros inversores", rezaba la carta.
La inestabilidad financiera de Zhongzhi se advirtió por primera vez en agosto, cuando su filial de inversiones, Zhongrong International Trust, incumplió el pago de varios productos de inversión de alto rendimiento. Esto desencadenó una preocupación generalizada sobre los posibles efectos indirectos en el sector inmobiliario chino, que contribuye a una cuarta parte de la economía del país.
Como reacción, muchos inversores minoristas presentaron el jueves quejas oficiales ante las autoridades de Pekín, según informó el Financial Times.
Ding Haifeng, consultor de Integrity, una empresa de asesoría financiera, destacó la interdependencia entre los sectores financiero e inmobiliario. Atribuyó la estrecha conexión al elevado coeficiente de apalancamiento de los principales promotores.
La crisis financiera de Zhongzhi agrava la inestabilidad existente en el mercado inmobiliario chino. Las turbulencias comenzaron en 2020, cuando el gobierno impuso restricciones para controlar los niveles de endeudamiento del sector. Sin embargo, los impagos posteriores de promotoras destacadas como Evergrande y Country Garden en 2021 han frenado el crecimiento de la segunda mayor economía del mundo, enviando ondas expansivas a los mercados globales.
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