Charlie Munger, socio del empresario Warren Buffett durante muchos años y vicepresidente de Berkshire Hathaway, murió el martes a la edad de 99 años, según anunció la empresa.
Munger, quien estaba en un hospital de California, deja un notable legado en el sector empresarial. Este inversor y empresario estadounidense desempeñó un papel crucial a la hora de moldear la talla de Berkshire Hathaway que se conoce actualmente. Buffett, de 93 años, alabó la sabiduría inspiradora y las importantes contribuciones de su difunto amigo, testimonio de una amistad que duró más de seis décadas.
El camino de Charlie Munger
Nacido en Omaha, Nebraska, en 1924, Charlie Munger construyó una carrera diversa en el mundo empresarial. No sólo fue un magnate de los negocios, sino también abogado, arquitecto, ejecutivo de los medios de comunicación y un distinguido académico.
Durante su servicio en las Fuerzas Aéreas de EEUU en la Segunda Guerra Mundial, estudió termodinámica y meteorología antes de convencer a la Facultad de Derecho de Harvard para que le aceptara sin licenciatura, graduándose finalmente con honores.

Los caminos de Munger y Buffet se cruzaron por primera vez en su juventud mientras trabajaban en la tienda de ultramarinos del abuelo de Buffett. Sin embargo, no fue hasta 1959 cuando volvieron a conectar, iniciando una amistad que les llevó a descubrir sus filosofías compartidas sobre los negocios y la vida.
El dúo Munger-Buffett
El dúo, apodado los "chicos de Omaha", abogaba por la inversión en valor: invertir en función de las perspectivas a largo plazo de una empresa. En una entrevista concedida en 2017 a la Escuela de Negocios Ross de Michigan, Munger reveló los valores que apreciaban: la familia es lo primero, estar siempre dispuesto a ayudar a los demás durante las crisis, actuar con cautela y empatía, y mantener la responsabilidad ética de ser razonable por encima de todo.
En 1975, Munger ya se había labrado una exitosa trayectoria en la gestión de inversiones. Optó por cerrar sus empresas y unirse a Buffett en Berkshire Hathaway como vicepresidente. Su colaboración era palpable en las famosas reuniones anuales de inversores de la empresa, en las que respondían conjuntamente a numerosas preguntas.
Mientras Buffet ocupaba a menudo el centro de atención, Munger, conocido por sus característicos lentes de montura negra, se contentaba con su papel entre bastidores. En una de las cartas anuales de la empresa, Buffet transmitió una de las enseñanzas de Munger: "Olvide lo que sabe sobre comprar empresas justas a precios maravillosos y, en su lugar, compre empresas maravillosas a un precio justo", según reportes de la agencia de noticias EFE.
Este año, la riqueza de Munger se estimaba en unos 2 millardos de dólares, de acuerdo con la revista Forbes, una cifra considerablemente inferior a los 100.000 millones de dólares de Buffett.
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