El Ayuntamiento está a punto de iniciar una prohibición de los pasamontañas en Filadelfia, en zonas públicas designadas. Esta polémica medida, considerada por las fuerzas del orden como una posible herramienta de prevención de la delincuencia, ha dado lugar a un encendido debate debido a la resistencia de organizaciones de defensa de los derechos civiles como la ACLU.
El concejal Anthony Phillips, autor intelectual del proyecto de ley que se votará esta semana, ha conseguido el apoyo de diez colegas, suficiente para garantizar su aprobación. La prohibición propone una multa de 250 dólares para quienes lleven pasamontañas en ámbitos públicos como parques, escuelas y transporte público. Sin embargo, se concederán excepciones por motivos de expresión religiosa y actividades amparadas por la Primera Enmienda, como las protestas.
Phillips afirma que su proyecto de ley ofrece un compromiso justo. Esto al prever exclusiones para los aficionados a los deportes de invierno, los artistas teatrales y quienes necesiten pasamontañas por seguridad laboral. Aclara que la prohibición de los pasamontañas en Filadelfia no pretende recortar derechos. Dice que busca disuadir posibles conductas delictivas haciendo que las personas reconsideren el uso de pasamontañas.
Sin embargo, la propuesta de prohibición de los pasamontañas en Filadelfia ha suscitado aprensiones constitucionales. El abogado supervisor principal de la ACLU de Pensilvania, Steve Loney, advierte sobre el posible impacto negativo en las actividades amparadas por la Primera Enmienda. Expresa su preocupación por el posible uso indebido de la prohibición por parte de las fuerzas del orden durante las operaciones de parada y cacheo. Esta es una práctica controvertida, aunque legal, respaldada por la alcaldesa electa Cherelle Parker.
¿Qué dice la policía sobre la prohibición de los pasamontañas en Filadelfia?
Phillips desestima tales aprensiones, refiriéndose a casos en los que los delincuentes ocultaron sus identidades tras pasamontañas. Usa de ejemplo el asesinato sin resolver de un adolescente de 14 años en el instituto Roxborough en septiembre de 2022, debido a que los rostros de los culpables quedaron ocultos en las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Aunque el Departamento de Policía de Filadelfia apoya la prohibición de los pasamontañas, admite posibles complejidades en su aplicación debido a las exenciones previstas. El subcomisario Francis Healy considera que la prohibición es una medida necesaria. Sobre todo durante la época en que predomina el uso de máscaras debido a la pandemia del COVID-19, lo que, en su opinión, ha dificultado la labor policial.
Según Healy, la prohibición de los pasamontañas en Filadelfia dotaría a los agentes de un método adicional para detener a las personas. Esto es vital en una ciudad que se encuentra bajo un acuerdo para documentar todas las paradas de peatones y los motivos que las sustentan. Su origen es una demanda presentada en 2010 por la ACLU en la que se alegaba la utilización de perfiles raciales en las paradas.
No obstante, la ACLU cuestiona la posible aplicación errónea de la prohibición de llevar pasamontañas en Filadelfia como otro instrumento de elaboración de perfiles. Loney argumenta que el hecho de llevar un pasamontañas no justifica una parada legal, que requiere la sospecha de que se esté cometiendo un delito.
Jornada de campañas promocionales
En respuesta a la preocupación por el aumento de los encuentros con la policía, sobre todo entre los jóvenes, Phillips ha revelado planes de campañas promocionales. El objetivos es informarles sobre la norma y persuadirles de que "desenmascaren su identidad" como medida psicológica disuasoria.
El debate sobre la prohibición de los pasamontañas en Filadelfia persiste mientras el Consejo Municipal se prepara para emitir su voto sobre esta controvertida cuestión.
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