Eddie Ramírez, residente de Filadelfia, ha saboreado por fin la libertad tras un encarcelamiento de 27 años. Los fiscales absolvieron el jueves a Ramírez de todos los cargos. Su condena por asesinato en 1997 fue anulada debido a un cúmulo de factores, como pruebas de ADN exculpatorias, registros policiales no divulgados y relatos de testigos retractados.
Ramírez, de 47 años, ha afirmado su inocencia en el asesinato de la trabajadora de una lavandería Joyce Dennis, que murió durante un atraco. A pesar de no atestiguar rotundamente la inocencia de Ramírez, los fiscales admitieron su fe menguante en su condena por asesinato en segundo grado debido a la insuficiencia de pruebas para un nuevo juicio.
La sentencia, aprobada por el juez Scott DiClaudio del Tribunal de Common Pleas, contribuye a las más de 40 exoneraciones por asesinato logradas por la oficina del fiscal Larry Krasner en la última media década, lo que supone un notable avance en la reforma de la justicia penal.
Nilam Sanghvi, directora jurídica del Proyecto Inocencia de Pensilvania y figura clave en la defensa de Ramírez, reconoció el duro camino recorrido hasta su victoria. Convencer a los demás de las flagrantes irregularidades del caso exigió años de lucha incesante. "Finalmente, la gente empezó a reconocer los problemas", comentó.
La lucha interna que genera el caso de Eddie Ramírez
Krasner se aventuró más allá de la postura formal de su oficina y expresó su creencia en la probable inocencia de Ramírez, sugiriendo que el verdadero culpable sigue libre. Destacó las pruebas de ADN descubiertas en el arma homicida y bajo las uñas de la víctima, que eliminaban a Ramírez como sospechoso, reforzando la dedicación de su oficina a la búsqueda de la verdad.
Sin embargo, el fiscal del juicio, Mark Gilson, mantuvo una opinión diferente. Afirmó la existencia de pruebas "abrumadoras" contra Ramírez. Descartó que la falta de ADN de Ramírez en el arma homicida se debiera posiblemente a que Ramírez llevaba guantes durante el crimen.
Gilson, despedido por Krasner en 2018, arremetió contra la exoneración como una acción "impulsada por la agenda" de la administración de Krasner. Acusó a Krasner de declarar prematuramente la probable inocencia de Ramírez sin una investigación exhaustiva.
El futuro de Ramírez
Mientras tanto, la familia de Ramírez celebró la noticia. Su madre, María, describió a su hijo como una persona "amable y compasiva". La hermana de Ramírez, Sue, transmitió su alivio, comparando la sensación con resurgir por fin tras haber estado sumergida bajo el agua.
El caso contra Eddie Ramírez surgió a raíz de una agresión mortal a Joyce Dennis en 1995. A pesar de no tener pruebas físicas que implicaran a ningún sospechoso, Ramírez y otro adolescente, Billy Weihe, fueron acusados basándose en declaraciones de testigos. Pero en los últimos años, la mayoría de los testigos han retirado sus declaraciones. Nuevas pruebas de ADN han descartado a Ramírez como fuente del ADN descubierto en la escena del crimen.
Mientras Ramírez se prepara para el reencuentro con su familia, su madre, María, está ansiosa por cumplir un simple deseo de su hijo. "Ha pedido chuletas de pollo cuando vuelva a casa", dijo, "y eso es lo que va a conseguir".
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