La presidenta de la Universidad de Pennsylvania, Liz Magill, se enfrentó a un interrogatorio de los representantes de la Cámara. El tema central fue los incidentes de antisemitismo registrados en el campus de Penn este otoño.
Durante la extensa audiencia de cinco horas de duración dirigida por el Comité de Educación y Mano de Obra de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Magill, junto con sus homólogos de Harvard y el MIT, respondió a una serie de preguntas. Los temas debatidos abarcaron desde la seguridad de los estudiantes judíos hasta la influencia de los donantes en la enseñanza superior, pasando por la delgada línea que separa la libertad de expresión de la incitación al odio en el campus.
El discurso inicial de Magill detalló las medidas inmediatas que Penn está tomando para combatir el antisemitismo en el campus. Entre ellas se incluye el refuerzo de la seguridad en el campus y la formación de un grupo de trabajo específico para hacer frente a este delito de odio. Además de estas acciones, también hizo hincapié en el compromiso de Penn de promover una cultura de respeto e inclusividad, sugiriendo una estrategia a largo plazo para luchar contra el antisemitismo en el campus.
La defensa de Magill pivotó sobre el sutil equilibrio entre garantizar la seguridad de los estudiantes y preservar la libertad de expresión. Reiteró la importancia de la comunidad judía para el tejido de Pensilvania y añadió que mantener este equilibrio es fundamental para preservar la identidad de la institución.
Las medidas de Penn contra la discriminación: lo que propuso Liz Magill
La polémica marcha propalestina a través de Filadelfia, que terminó cerca del campus de Penn, fue una parte destacada del diálogo de la audiencia. Magill subrayó la investigación de la policía de Penn sobre los grafitis dejados a lo largo de la ruta de la marcha y compartió su preocupación por la retórica de odio mostrada durante la protesta.
En la lucha de Penn contra el antisemitismo en el campus, se nombrará a un nuevo administrador. Estará dotado de las competencias necesarias para prevenir y responder al antisemitismo, la islamofobia y otros delitos motivados por el odio. Este anuncio se produjo tras un encendido intercambio con la diputada Elise Stefanik. Cuestionó a Magill sobre si los llamamientos al genocidio judío violaban el código de conducta de Penn.
La sugerencia de Magill de que llamar al genocidio judío "podría considerarse acoso" suscitó críticas tanto durante la audiencia como en las redes sociales. Sin embargo, se mantuvo firme en su compromiso de defender los principios de la libertad de expresión, siempre que no incite a la violencia.
La audiencia también exploró otras cuestiones, como los controvertidos comentarios de los ponentes del Festival de Literatura Palestina Escribe. También el impacto de las donaciones extranjeras en Penn y la reacción de la universidad ante las polémicas opiniones de la profesora Amy Wax.
La audiencia concluyó con varios representantes abogando por una mayor dedicación a la educación sobre la historia judía y el antisemitismo en los campus universitarios. Liz Magill señaló que es esencial "hacer frente a la retórica antisemita siempre que se produzca en el campus".
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