En una iniciativa para fomentar la inmigración sostenible, el gobierno australiano modificó los requisitos de visado para los profesionales cualificados y los estudiantes extranjeros.
Esta reforma supone un cambio de paradigma en el planteamiento de la inmigración australiana, al lograr un equilibrio entre la viabilidad económica y las rápidas alteraciones demográficas.
El plan de inmigración anunciado el lunes 11 de diciembre introduce un visado de "cualificaciones centrado en la demanda", que sustituye a los visados existentes asociados a ocupaciones de baja demanda.
Este plan pretende mejorar las condiciones tanto de los trabajadores locales como de los internacionales, al tiempo que se ajusta a las necesidades del mercado laboral australiano.
Categorías de las visas
El renovado plan de visados abarca tres categorías: visados para especialistas altamente cualificados en ámbitos como la tecnología y la energía, visados para mano de obra esencial y visados para trabajadores dotados de competencias básicas.
Según la ministra australiana Clare O'Neil, "esta estrategia innovadora facilitará la adquisición de las competencias necesarias en sectores como la sanidad, nuestra transición hacia una economía de emisiones cero y para nuestra economía digital".
Con una inmigración neta que alcanzó un máximo de 510.000 extranjeros en el último año fiscal, entre el 1 de julio de 2022 y el 30 de junio de 2023, y que se prevé que admita 440.000 y 305.000 más en los dos años siguientes, Australia planea reducir la inmigración neta a 375.000 el próximo año, y aún más, a 250.000 en 2025.
"Nos comprometemos a regular las cifras y a construir un sistema superior, centrado en aspectos vitales como la vivienda", declaró O'Neil durante una rueda de prensa en Canberra.
Dominio avanzado del inglés
Además, el gobierno planea aplicar normas más estrictas de dominio del inglés para los visados de graduados y estudiantes internacionales. Se pondrán en marcha medidas de control reforzadas para disuadir de las solicitudes de visados de estudiante perpetuos destinados a estancias indefinidas en el país.
"En la actualidad, tenemos aproximadamente 650.000 estudiantes, por lo que prevemos que el sector siga expandiéndose, pero a un ritmo moderado en comparación con los últimos años", expresó O'Neil, refiriéndose al sector de la educación internacional, una de las principales exportaciones de Australia.
A raíz de la escalada de los gastos de manutención y de las presiones sobre la vivienda, la inmigración ha vuelto a ocupar un lugar destacado en el discurso político australiano.
Estas preocupaciones suelen relacionarse con la afluencia de extranjeros tras la pandemia de COVID-19, cuando el país fue testigo de un éxodo sin precedentes de más de 71.600 inmigrantes, un acontecimiento sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.
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