En el mundo actual, en el que el valor de los datos es cada vez mayor, China expresó su preocupación por la "recogida y transmisión de datos geográficos sensibles" a través de programas extranjeros de Sistemas de Información Geográfica (SIG).
Pekín lo considera un riesgo potencial para la seguridad nacional, alegando que algunos de los datos recogidos pueden pertenecer al ámbito de los secretos de Estado.
Recientemente, un post en la cuenta oficial de WeChat del Ministerio de Seguridad del Estado reveló que ciertas "entidades e individuos extranjeros con intenciones ocultas" están intentando robar datos geográficos sensibles a través de estos servicios SIG extranjeros. En él se subrayaba la importancia de estos datos, describiéndolos como un recurso estratégico y un objetivo primordial para las actividades de espionaje de las agencias de inteligencia extranjeras.
Robo de datos
El ministerio detalló además que las entidades extranjeras, mediante el robo de datos geográficos de alta precisión, podrían construir mapas topográficos tridimensionales de áreas específicas en sectores críticos.
Estos sectores incluyen el transporte, la energía y el militar, donde dicha información podría ser crucial para la vigilancia, el reconocimiento y las operaciones militares, lo que supondría una amenaza sustancial para la seguridad de China.
A raíz de esto, el gobierno chino reiteró que cuenta con leyes vigentes que exigen el tratamiento legal y reglamentario de los datos. También hizo hincapié en la importancia de establecer y mejorar un sistema integral de gestión de la seguridad de los datos para evitar tales violaciones, de acuerdo con reportes de la agencia de noticias EFE.
Prevención contra el espionaje
En un aviso emitido, el ministerio animó a las empresas y particulares dedicados a la recopilación y el procesamiento de datos geográficos a utilizar software SIG extranjero seguro y fiable.
Esta nota de advertencia sigue a una serie de medidas anunciadas el verano pasado, destinadas a fortificar la defensa nacional contra las actividades de inteligencia extranjeras. El gobierno chino también hizo un llamado a la participación de la sociedad en la prevención y la lucha contra el espionaje.
Tras la reforma en abril de la Ley Anti-Espionaje china para incluir la "colaboración con organizaciones de espionaje y sus agentes" dentro del espionaje, las investigaciones sobre consultoras y empresas extranjeras han despertado recelos en el sector y entre los posibles inversores extranjeros.
En un mundo que lucha contra los problemas de seguridad de los datos, la severa advertencia de China pone de relieve la necesidad de medidas estrictas de protección de datos en un mundo progresivamente interconectado.
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