La Fiscalía Suprema de China emitió una orden de detención contra Zhou Qingyu, el antiguo vicepresidente del Banco de Desarrollo estatal chino. Los cargos presentados contra Zhou el jueves 14 de diciembre incluyen acusaciones de soborno, lo que marca otro hito en la campaña anticorrupción de China.
La Comisión Nacional de Supervisión, la principal autoridad anticorrupción de China, encabezó una investigación sobre Zhou a raíz de las sospechas de "graves violaciones" de la ley. La investigación concluyó con la detención de Zhou, según informes de la agencia de noticias Xinhua.
Acusaciones contra Zhou
La información relativa al proceso judicial para el juicio de Zhou permanece en secreto. Zhou, oriundo de la provincia de Henan y nacido en 1962, mantuvo su cargo desde 2016 hasta julio de 2022, dimitiendo dos meses antes de cumplir 60 años de edad. La Comisión Central de Inspección Disciplinaria (CCID) del Partido Comunista de China (PCCh), una entidad anticorrupción, ha estado examinando las actividades de Zhou desde mayo.
En noviembre, la CCID formuló varias acusaciones contra Zhou. Estas iban desde "reunir y hojear en privado libros sobre temas políticos serios", "aceptar banquetes", "participar en clubes privados", hasta la interferencia manifiesta en el proceso de contratación de personal de instituciones financieras.
La detención de Zhou se alinea con el compromiso de la CCID, anunciado en el mes de febrero, de intensificar su lucha contra las actividades ilegales en el sector financiero. Este compromiso se contrajo a raíz de la repentina desaparición del célebre banquero Bao Fan. China Renaissance, el banco de inversiones creado por Bao, reveló posteriormente que estaba "participando en una investigación".
Turbulencia en el sector financiero
La purga que se está llevando a cabo en el sector financiero ha implicado a un gran número de funcionarios reguladores y altos ejecutivos de empresas. Desde que asumió la doble función de secretario general del PCCh y presidente en 2012, Xi Jinping inició una amplia campaña anticorrupción.
Esta campaña ha destapado casos de corrupción en el seno del PCCh, lo que ha dado lugar a condenas multimillonarias por soborno de numerosos altos funcionarios chinos.
Los críticos, sin embargo, sostienen que la iniciativa distintiva de Xi, al tiempo que destapa la corrupción masiva en el seno del PCCh, también podría utilizarse para frustrar las aspiraciones políticas de posibles adversarios.
En un movimiento no visto entre sus predecesores recientes, Xi se aseguró su tercer mandato en el XX Congreso del PCCh celebrado el pasado octubre.
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