El noroeste de China se vio sacudido por un fuerte terremoto de 6,2 de magnitud y réplicas desde la noche del lunes. Estos movimientos sísmicos cobraron 127 vidas, según anunciaron las autoridades este martes.
Las secuelas del desastre encontraron a numerosas personas atrapadas bajo montañas de escombros. El origen de este seísmo, que se produjo poco antes de la medianoche hora local del lunes, se situó en el condado de Jishishan, en la provincia de Gansu.
Los efectos del terremoto no se localizaron en el condado; sus temblores se sintieron en la provincia adyacente de Qinghai y en la ciudad de Lanzhou, en Gansu, a una considerable distancia de 65 millas del epicentro.
Según informó la agencia de noticias estatal CCTV, los temblores persistieron durante aproximadamente 20 segundos, un lapso breve pero devastador.
Wang Xi, estudiante de la Universidad de Lanzhou, proporcionó un relato de primera mano sobre la intensidad del terremoto.
"Mis piernas se debilitaron, especialmente cuando corríamos escaleras abajo", declaró el joven. Wang compartió fotos que captaban las evacuaciones inmediatas de los dormitorios y narró su sobrecogedora experiencia.
Empezaron las labores de rescate tras el terremoto en China
Las operaciones de rescate estuvieron en marcha durante toda la noche, con temperaturas que alcanzaron los 7 grados Fahrenheit. Las autoridades desplegaron más de 4.000 bomberos, soldados y policías en las zonas afectadas.
El Ejército Popular de Liberación de China y la Fuerza de Policía Armada Popular también llevarán a cabo labores de socorro.
Han Shujun, portavoz del departamento de gestión de emergencias de la provincia de Gansu, reportó que las autoridades aconsejaron a las personas no viajar al epicentro del terremoto, por temor a más réplicas.
Mientras que el presidente Xi Jinping pidió un esfuerzo “total” para salvar a las personas.
