Un volcán al suroeste de Islandia entró en erupción el lunes por la noche y aun el martes la lava sigue rompiendo la superficie no lejos de una ciudad Grindavik y del famoso balneario de la Laguna Azul.
El volcán entró en erupción a unos 4 kilómetros y medio al noreste de Grindavik, una localidad que fue evacuada el mes pasado. La policía advirtió a la gente que se mantuviera alejada de la zona.
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“La erupción no representa una amenaza para la vida”, expresó el gobierno islandés el martes en una declaración en su sitio web. Las autoridades también agregaron que los vuelos no se habían visto afectados y que se estaba “monitoreando” el riesgo para la infraestructura local.
La oficina meteorológica de Islandia informó que un “enjambre de terremotos” en la península de Reykjanes precedió a la erupción, que comenzó alrededor de las 10:15 p.m. hora localel lunes por la noche.
Las autoridades de la guardia costera y los científicos estaban investigando el flujo de lava, que había disminuido de “cientos de metros cúbicos por segundo” en las dos primeras horas de la erupción, dijo la oficina.
El 10 de noviembre, la policía ordenó a los casi 4.000 residentes de Grindavik que abandonaran después de que mediciones científicas determinaran que un túnel de magma se había extendido por debajo del pueblo costero.
Antes de la erupción, los expertos en volcanes dijeron que el evento probablemente no replicaría la perturbación causada por el volcán Eyjafjallajokull de Islandia en 2010, cuando una enorme columna de ceniza se dispersó sobre Europa y causó estragos en los viajes aéreos mundiales durante semanas.
