Sony supera en ventas a Xbox de Microsoft y Switch de Nintendo a medida que el sector se recupera de la caída posterior a la pandemia.
Las ventas en alza de la última PlayStation de Sony y una sólida selección de juegos exitosos llevaron al mercado de consolas de vuelta al crecimiento este año después de una caída posterior a la pandemia.
Sony anunció el miércoles que había vendido 50 millones de PlayStation 5 casi tan rápidamente como su última generación del dispositivo, superando los problemas de suministro de larga data para vender casi tres veces más que Xbox de Microsoft en 2023.
Se espera que el mercado de consolas, que incluye equipos, programas y servicios, se recupere un 7,2 por ciento este año hasta alcanzar los 60.900 millones de dólares, después de una caída del 7,3 por ciento en 2022, según datos de Ampere Analysis, una firma de investigación.
El crecimiento significa que el mercado es casi tan grande como lo fue durante el auge pandémico de 2021.
La recuperación se produjo gracias a una mejor disponibilidad de la PS5 y una sólida gama de juegos, incluyendo Spider-Man 2 de Sony y Starfield de Microsoft.
Después de que Sony lanzara la PS5 a finales de 2020, se vio afectada por escasez de componentes, con una demanda que superaba con creces la oferta hasta principios de este año.
Eric Lempel, jefe de negocios globales en Sony Interactive Entertainment, dijo que con los problemas de suministro "resueltos", su última consola ahora está en camino de superar en ventas a la PlayStation 4, que se lanzó por primera vez en 2013 y vendió más de 117 millones de unidades.
"Creo que tenemos la capacidad de lograrlo", dijo Lempel al Financial Times. "La demanda de la [PS5] al entrar en este año fue enorme... El impulso es fuerte ahora y continúa".
Sony dijo que alcanzó la cifra de ventas de 50 millones el 9 de diciembre, 161 semanas después del lanzamiento de la PS5.
Esto se compara con las 160 semanas que le llevó a la PS4 alcanzar el mismo punto después de su lanzamiento. Microsoft no ha publicado cifras oficiales de ventas de Xbox durante varios años.
Aunque Microsoft acaparó titulares este año debido a su batalla para completar la adquisición de 75.000 millones de dólares del fabricante de Call of Duty, Activision Blizzard, su equipo de Xbox quedó en un distante tercer lugar detrás de Sony y Nintendo.
Las ventas de la PS5 crecieron aproximadamente un 65 por ciento a 22,5 millones de unidades este año, según estimaciones de Ampere, mientras que las ventas de la última Xbox cayeron aproximadamente un 15 por ciento a 7,6 millones. Las ventas de la Switch de Nintendo, que debutó en 2017 y probablemente será reemplazada por una nueva consola el próximo año, cayeron un 18 por ciento a 16,4 millones.
"Había mucha demanda acumulada [para la PS5], así que cuando llegó el suministro, [Sony] rompió todos los récords en el primer trimestre de este año", dijo Piers Harding-Rolls, jefe de investigación de juegos en Ampere.
Microsoft tuvo sus propios problemas de suministro para el modelo más caro Xbox Series X en la primera mitad de este año, agregó Harding-Rolls, mientras que sus títulos principales Redfall e Halo Infinite también han tenido dificultades.
Las fortunas divergentes de Sony y Microsoft también reflejan un cambio en la estrategia de este último para alejarse del hardware en los últimos dos años, según Carolina Milanesi, analista de Creative Strategies.
"A Sony realmente le importa vender equipos, pero desde la perspectiva de Microsoft, se trata más de su servicio de suscripción", dijo.
El servicio Game Pass de la empresa estadounidense incluye acceso a cientos de juegos que se pueden jugar en Xbox, PC o transmitirse por Internet a otros dispositivos, por una tarifa mensual.
Se espera que los juegos de Activision Blizzard se incluyan en Game Pass el próximo año, aunque Microsoft aún no ha anunciado sus planes después de cerrar el trato en octubre.
Aunque el suministro de hardware se vio interrumpido durante la pandemia de Covid-19, el desarrollo de varios juegos importantes también se retrasó en los últimos años.
Los creadores de juegos lidiaron con desafíos de producción a medida que las oficinas estaban cerradas, aunque muchos de esos juegos finalmente vieron la luz del día en 2023.
Muchos críticos y jugadores declararon que fue un año vintage tanto para lanzamientos de gran presupuesto como para lanzamientos independientes más pequeños, incluyendo Baldur's Gate 3, Diablo IV y el spin-off de Harry Potter, Hogwarts Legacy.
"La forma en que vemos el mercado y cuando hablamos con los consumidores, muchos de ellos están esperando un juego específico que sea el catalizador para hacerlos saltar a una consola de próxima generación", dijo Lempel, señalando títulos exclusivos como Spider-Man 2.
Sin embargo, algunos de los juegos multijugador en línea más populares del mundo están disponibles en todas las consolas, lo que presenta un desafío creciente para la estrategia de Sony.
Fortnite de Epic Games, que se puede jugar en consolas más antiguas además del hardware más reciente, tuvo un gran resurgimiento en noviembre después de que el juego "Battle Royale" reviviera su "mapa" original y presentara una actuación en vivo del rapero Eminem a principios de diciembre.
Los jugadores de Fortnite aumentaron en 17 millones a 52,9 millones en Xbox y PlayStation en noviembre, según estimaciones de Ampere.
No obstante, Lempel dijo que el último período de ventas del viernes negro ayudó a que fuera un noviembre record para las ventas de PlayStation, medido tanto en unidades como en ingresos, en los casi 30 años de historia de Sony en el mundo de los videojuegos.
Los accesorios, como controles adicionales y su nuevo dispositivo Portal, pantalla y controles portátiles para jugar a juegos de PS5 lejos sin un televisor, también se vendieron bien.
Sin embargo, sus últimas gafas de realidad virtual, PlayStation VR2, han sido más lentas. "Es un poco una categoría desafiante en este momento", dijo Lempel, aunque sus propias ventas iban "bien".
Sony sigue comprometido con los productos de realidad virtual, dijo, pero agregó: "Creo que generalmente había expectativas más altas sobre lo que la realidad virtual haría para los videojuegos".
Tim Bradshaw - Financial Times.
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