Argentina, bajo la presidencia de Javier Milei, abrió nuevos caminos con sus recientes medidas de desregulación económica. La ministra de Asuntos Exteriores y economista profesional, Diana Mondino, anunció que este cambio permite que en los acuerdos contractuales se utilicen diversas divisas, desde criptomonedas hasta materias primas como la carne de vacuno o la leche.
Mondino hizo público este anuncio a través de la plataforma de medios sociales X (antes conocida como Twitter). En su post, publicado el 21 de diciembre, confirmó la aceptación de Bitcoin para contratos en Argentina, declarando: "Ratificamos y confirmamos que los contratos en Argentina pueden pactarse en Bitcoin".
La Ministra de Asuntos Exteriores amplió aún más el alcance de la moneda más allá del Bitcoin. Anunció que "cualquier otra criptodivisa o mercancía como kilos de carne o litros de leche" también pueden servir como moneda contractual.
Deudores
Mondino también hizo referencia a una reforma impulsada por el presidente Milei en el Código Civil y Comercial de la Nación. Esta reforma obliga a los deudores a entregar la cantidad acordada de la moneda seleccionada, independientemente de su estatus legal dentro de la República.
Esta normativa garantiza que las divisas tradicionales como el dólar estadounidense, el euro o el yuan chino sean tan aceptables como las criptodivisas o el trueque para realizar transacciones.
La inclusión de bienes de trueque como la carne de vacuno o la leche en esta nueva política resuena con la historia de Argentina, en particular con su giro hacia un sistema de trueque hace 22 años.

Sistema de trueque
Ante la agitación socioeconómica y política de diciembre de 2001, que culminó con una congelación bancaria y la dimisión del entonces presidente Fernando de la Rúa (1999-2001), Argentina abrazó el sistema de trueque como estrategia para superar la falta de recursos, empleo y dinero circulante.
La reciente pandemia de Covid-19 y sus consiguientes repercusiones económicas han hecho que los argentinos vuelvan al sistema de trueque. El comercio de bienes y servicios, incluyendo ropa, juguetes y electrodomésticos, se ha disparado a cambio de artículos de primera necesidad.
La desregulación económica de Argentina marca un capítulo en su narrativa económica, al permitir el uso de una diversa gama de monedas, tanto digitales como tradicionales, en los acuerdos contractuales.
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