Las apuestas deportivas en los Estados Unidos han crecido de manera vertiginosa, recaudando más de $4 mil millones en impuestos en el último lustro.
Sin embargo, su expansión enfrenta resistencias políticas y conflictos de intereses.
Obstáculos frente a ingresos de apuestas
Con un valor estimado de $280 mil millones, la industria ha aportado $463 millones en ingresos fiscales a los estados donde está legalizada.
A pesar de estas cifras, varios estados se resisten a su legalización. "Los estados que aún no han legalizado tienen múltiples obstáculos", señaló a The Associated Press Becca Giden, analista de Eilers & Krejcik Gaming.
¿Cuáles estados apoyan legalizar las apuestas?
En 2018, la Corte Suprema de los Estados Unidos permitió a los estados legalizar las apuestas deportivas, anulando una ley federal de 1992 que prohibía este tipo de actividades en la mayoría de los estados norteamericano.
Algunos estados, como California y Texas, parecen reacios a legalizar las apuestas.
En otros, como Minnesota y Missouri, la legalización se ha convertido en una lucha de poder entre casinos tribales y pistas de carreras de caballos.
Georgia podría ser el próximo estado en autorizar las apuestas deportivas en 2024, aunque la situación es incierta.
Los estados que aún no han legalizado las apuestas deportivas enfrentan varios obstáculos:
Estos incluyen la necesidad de enmiendas constitucionales y aprobación de votantes, junto con la resistencia política y los conflictos entre empresas de juegos en línea, casinos y equipos deportivos profesionales.
La demanda es alta
Aun así, la demanda de apuestas deportivas es alta. Sólo en Missouri, GeoComply registró más de 13.5 millones de verificaciones de ubicación en seis meses.
Además, se estima que la legalización podría generar 42.000 empleos directos y 280.000 indirectos.
Casi la mitad (48%) de los estadounidenses participa en las apuestas deportivas, y el 40% apuesta al menos una vez al mes.
Sin embargo, con solo 1.900 tiendas de apuestas en todo el país, muchos apostadores se ven obligados a viajar a otros estados.
Aunque las apuestas deportivas han experimentado un impresionante crecimiento en los últimos años, el futuro para 2024 es incierto.
Los estados que aún no han legalizado enfrentan múltiples desafíos, y sólo el tiempo dirá si se unirán a la tendencia.
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