La madrugada del martes en Ucrania reveló que misiles balísticos hipersónicos rusos bañaron las dos ciudades clave de la nación, causando no menos de cuatro víctimas mortales y aproximadamente un centenar de heridos.
El ataque forma parte de la guerra que se acerca a su segundo aniversario, coincidiendo con la intensificación de la ofensiva invernal de Moscú.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, reveló a través de su canal de Telegram que Kyiv, la capital, y el noreste de Kharkiv eran los objetivos elegidos por los misiles hipersónicos Kinzhal.
Estos proyectiles letales, que ostentan una velocidad diez veces superior a la del sonido, infligieron graves daños en zonas residenciales. Zelenskyy confirmó cuatro muertos civiles y 92 heridos.
Otras informaciones de Zelenskyy, compartidas en la plataforma X -antes Twitter-, transmitieron la utilización por parte de Rusia de casi un centenar de misiles de diversos tipos.
Lo que dijo Zelenskyy sobre los misiles balísticos en Ucrania
El presidente afirmó que unos 70 misiles fueron interceptados con éxito, principalmente en la región de Kiev, atribuyendo la acción salvadora a los sistemas de defensa antiaérea suministrados por Occidente, incluidos los Patriots y los NASAMS.
En respuesta, el Ministerio de Defensa de Moscú afirmó haber dirigido ataques con misiles y aviones no tripulados contra instalaciones industriales militares en Kiev y sus alrededores.
La declaración alegó además que los depósitos que almacenaban misiles y municiones, suministrados por los aliados occidentales de Ucrania, también fueron blanco de los ataques.
A pesar de que el Ministerio proclamó el éxito total de los ataques, aún no se ha obtenido una verificación independiente.
Zelenskyy reveló que, desde el domingo, las fuerzas rusas han lanzado unos 170 drones Shahed y "múltiples misiles de varios tipos" en un asalto continuo contra objetivos ucranianos, alarmantemente dirigidos contra zonas civiles.
El despliegue del Kh-47M2 Kinzhal, un misil balístico hipersónico lanzado desde el aire, es especialmente significativo dado su elevado coste y su rareza en el arsenal ofensivo ruso contra Ucrania.
Habitantes de Kiev se refugian
La devastación de esta mañana ha transformado la animada capital en una ciudad desolada, con cafés y restaurantes antes bulliciosos ahora cerrados.
Los habitantes de Kiev, dando prioridad a la seguridad, optaron por permanecer en sus casas o buscar protección en refugios mientras las explosiones que sacudían el suelo resonaban en las primeras horas.
Las continuas sirenas antiaéreas durante cuatro horas, y las estaciones de metro convertidas en refugios abarrotados, retrataron una imagen sombría de la ciudad asediada.
La escalada del conflicto ha agobiado a los habitantes de la ciudad. La ciudadana de Kiev, Myroslava Shcherba, reflexionó sobre el terror del día, destacando la cantidad inaudita de explosiones.
El asalto de este martes por la mañana forma parte de la intensificación de la agresión rusa contra Ucrania, que se inició el pasado viernes con su mayor ataque individual desde que comenzó la guerra, cobrándose la vida de al menos 41 civiles.
El ciclo de violencia persistió con el bombardeo de la ciudad fronteriza rusa de Belgorod, que causó más de dos docenas de muertos, entre ellos cinco niños.