Los funcionarios de la Casa Blanca están luchando con una de las decisiones de salud pública más importantes del mandato del presidente Joe Biden: si se debe promulgar una prohibición a nivel nacional de los cigarrillos mentolados.
Esta información la suministró a The Washington Post seis funcionarios de la administración que hablaron bajo condición de anonimato.
El debate de años sobre la prohibición de los cigarrillos mentolados ha enfrentado a los funcionarios de salud pública que dicen que la medida salvaría efectivamente cientos de miles de vidas en las próximas décadas.
Sin embargo, asesores políticos advirtieron que Biden podría perder apoyo al prohibir productos populares en la comunidad negra, poniendo en peligro votos cruciales antes de lo que se espera que sean unas elecciones reñidas.
La administración Biden ya ha retrasado su decisión sobre la prohibición, que se esperaba por primera vez el verano pasado.
De acuerdo con The Washington Post, los defensores de la prohibición incluyen al secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, la jefa de política interna de la Casa Blanca, Neera Tanden, y Danielle Carnival, quien coordina la iniciativa Cancer Moonshot de la administración.
Lo que se sabe de la posible prohibición de los cigarrillos mentolados
Esos funcionarios y sus aliados han citado los daños de los productos, en particular las 45.000 vidas negras que se cobran cada año por los cigarrillos mentolados, e instaron a sus colegas a ignorar la oleada de oposición de último minuto.
Los funcionarios de salud pública advierten que los cigarrillos mentolados son particularmente adictivos porque mejoran el efecto de la nicotina en el cerebro, creando una sensación refrescante que hace que el humo sea menos áspero y más fácil de inhalar.
Stephen K. Benjamin, director de la Oficina de Participación Pública de la Casa Blanca, presentó los argumentos de los escépticos de que la prohibición podría resultar contraproducente entre los votantes negros, un mensaje amplificado por excongresistas demócratas que han trabajado con la industria tabacalera.
Benjamin, que fue consultor político de defensores de la lucha contra el tabaco antes de llegar a la Casa Blanca, también se reunió con grupos de salud pública que apoyan la prohibición y también presentó sus argumentos.
En 2009, el Congreso y la administración Obama prohibieron otros cigarrillos aromatizados, pero dejaron en el mercado los productos mentolados, que fuman unos 19 millones de estadounidenses.
Los cigarrillos son desproporcionadamente populares en la comunidad negra: más del 80% de los fumadores negros eligieron marcas mentoladas en 2020, en comparación con el 34% de los fumadores blancos, según datos citados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los defensores de la salud pública han dicho que seguirán instando a Biden a finalizar la norma. La Asociación Estadounidense del Corazón y otras organizaciones asistirán a un “funeral mentolado” frente a la Casa Blanca la próxima semana, una protesta planeada con un ataúd simulado para conmemorar las vidas de los negros cobradas por los cigarrillos mentolados.
