Colombia se enfrenta a las consecuencias de un deslave que se ha cobrado hasta el momento 33 vidas, muchas de ellas de niños, según ha informado la Vicepresidencia. La devastación se produjo en el noroeste de Colombia, dejando 19 personas heridas y operaciones de rescate en marcha.
El impacto del deslave se sintió en las comunidades situadas entre Medellín y Quibdó, dos ciudades que ahora se encuentran desconectadas por los desprendimientos. Los vehículos y pasajeros varados habían encontraron refugio en una casa cercana, que luego fue engullida por otro deslave, llevándose consigo varios vehículos.
El presidente Gustavo Petro prometió "toda la ayuda disponible" a la región afectada de Choco, demostrando el compromiso del gobierno de apoyar a la comunidad de Carmen de Atrato, el corazón de la tragedia.
¿Cómo sucedió el deslave en Colombia?
En el momento del desprendimiento, unas 60 personas se habían refugiado cerca de un cruce de caminos, según relató al diario El Tiempo un superviviente del desastre, que optó por permanecer en el anonimato.
La casa estaba llena de mujeres y niños pequeños, a los que se había ofrecido una comida de salchichas y plátano frito en medio del aguacero que caía. Poco después, el corrimiento de tierras arrasó la casa y los coches cercanos.
La provincia del Chocó, sufrió sufrido fuertes lluvias el viernes y el sábado. El sábado, el alcalde local confirmó que algunas personas seguían atrapadas entre los escombros. Las imágenes de coches dañados y sepultados por el barro y las rocas caídas están inundando las redes sociales y los canales de televisión.
A pesar de encontrarse en plena sequía, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia había advertido previamente de los riesgos potenciales de fuertes lluvias y deslaves en las zonas colindantes con el Pacífico y la selva amazónica.
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