Los organizadores del Guinness World Records informaron este martes que le suspendieron el título del perro más viejo del mundo a Bobi, un canino de Portugal que murió el año pasado a sus 31 años de edad.
Bobi fue anunciado como el perro más longevo del mundo en febrero pasado, ya que su historia decía que nació el 11 de mayo de 1992. Sin embargo, murió poco después y algunos veterinarios comenzaron a dudar de su edad.
"Mientras continúa nuestra revisión, hemos decidido suspender temporalmente los títulos de los récords para los perros más viejos que viven hasta que todos nuestros hallazgos estén en su lugar", declaró Guinness World Records a The Associated Press por correo electrónico el martes.
La organización detalló que habían recibido reportes de algunos veterinarios que cuestionaban del perro y comenzaron a tomar nota de las opiniones de los profesionales.
Hasta ahora el dueño del perro no ha declarado nada al respecto. Bobi era un perro Rafeiro do Alentejo de pura raza cuya vida usualmente dura entre 10 y 14 años.
La historia de Bobi, tras ganar el Guinness World Records
Bobi vivía junto a su familia en la aldea de Conqueiros, Leiria. Este perro pasó su vida cuidando del ganado de su dueño en Portugal.
Cuando obtuvo el récord, tenía 30 años y 268 días. En ese entonces, el Sistema de Información de Animales de Compañía (SIAC), el cual es una base de datos de mascotas autorizada por el gobierno portugués, verificó la edad del animal.
La historia de Bobi se remonta cuando su dueño, Leonel Costa, tenía ocho años. Este perro nació en una camada de cuatro cachorros machos.
Según explicó Costa, su padre, quien era cazador, ya tenía muchos perros, por lo que no podían quedarse con más. De tal modo, decidieron llevárselos un día mientras la mamá de los cachorros, Gira, no estaba. Pero, tras la prisa, no se dieron cuenta de que del grupo quedaba uno.
Por suerte, Leonel y sus hermanos se dieron cuenta de Bobi y lo encubrieron hasta que la cría abriera los ojos. Y cuando eso sucedió, su padre ya no podría sacrificar al perro y se podrían quedar con él.
Y así pasó, al momento que los padres de Leonel descubrieron a Bobi, este ya había abierto los ojos y ya era parte de la familia.
Durante sus últimos años, a Bobi le costaba caminar, pasaba el día acostado en el patio trasero y cerca del fuego cuando tenía frío. Murió el 23 de octubre de 2023.