Un juez de Los Ángeles ordenó a la policía de la ciudad que destruya las fotografías tomadas durante un allanamiento no autorizado realizado el martes en la residencia de Dermot Givens, abogado de un activista de Black Lives Matter (BLM).
Esta orden judicial acentúa las denuncias de acoso entre el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) y los activistas de Black Lives Matter.
Sobre el suceso, Givens relata cómo unos doce agentes de la policía de Los Ángeles irrumpieron en su casa, cumpliendo una orden judicial y obligándole a permanecer fuera.
Al volver a entrar en su casa, Givens se encontró con un agente que captaba imágenes de unos documentos que tenía sobre la mesa de la cocina.
Allanamiento sin autorización a la casa de un abogado de "Black Lives Matter"
Estos papeles estaban vinculados a una demanda contra el Departamento de Policía de Los Ángeles de Melina Abdullah, cofundadora del capítulo de Los Ángeles de Black Lives Matter.
Los documentos contenían "secciones del expediente del caso del Sr. Givens, y potencialmente producto del trabajo del abogado".
Abdullah fue expulsada por la fuerza de su casa, debido a una llamada inventada sobre una situación de rehenes. Seguún afirma, el suceso se manipuló para "aterrorizarla" por su activismo tras la muerte de George Floyd.
Tras la identificación de los papeles fotografiados, se presentó una petición ante el Tribunal Superior del condado de Los Ángeles.
Juez ordena la destrucción de fotos tomadas en allanamiento no autorizado
En la petición se exigía a la policía que aniquilara o devolviera el material, proporcionando también una copia de la orden de registro que autorizaba la violación.
El juez Rupert Byrdsong sancionó esta petición, pero hasta el sábado, Givens no recibió un recibo de la policía de Los Ángeles ni información sobre la orden de registro.
La policía de Los Ángeles mantiene el silencio sobre el suceso, y su portavoz, el capitán Kelly Muniz, sólo declaró que se está llevando a cabo una investigación interna y penal.
Givens afirma que este episodio se añade a una secuencia de acosos por parte de la policía de Los Ángeles, relacionados con su papel de asesor jurídico de clientes que demandan al departamento.
Esta situación aumenta la tensión entre la policía de Los Ángeles y el movimiento Black Lives Matter.