De acuerdo con cinco fuentes relacionadas, en conversaciones privadas el presidente Joe Biden expresó su frustración por no lograr que Israel cambie sus tácticas militares en la Franja de Gaza, y aseguró que el primer ministro Benjamín Netanyahu es el principal obstáculo.
El presidente estadounidense aseguró que está tratando que Israel acepte un alto de fuego, pero Netanyahu “está haciendo un infierno” y es difícil convencerlo.
"Simplemente siente que esto es suficiente. Tiene que parar", comentó una de las personas sobre las opiniones expresadas por Biden.
Al hablar de Netanyahu, una figura a la que conoce desde hace muchos años, los comentarios de Biden han sido sorprendentemente francos, tomando por sorpresa a algunos receptores. Sus conversaciones suelen estar marcadas por irritadas referencias a Netanyahu como "este tipo". Al parecer, en tres ocasiones diferentes se ha referido a Netanyahu como un "imbécil".
A pesar de estas revelaciones, el Consejo de Seguridad Nacional insiste en que la relación entre ambos líderes es respetuosa.
"El presidente ha dejado claro en qué no está de acuerdo con el primer ministro Netanyahu, pero se trata de una relación de décadas que es respetuosa en público y en privado", expresó el portavoz.
Tensión entre Biden y Netanyahu
La raíz de la creciente irritación de Biden radica en el creciente número de víctimas civiles palestinas en Gaza, que según los informes asciende ya a 28.000, y la aparente indiferencia de Netanyahu hacia un acuerdo de paz duradero.
Sus sinceras reflexiones sobre Netanyahu, unidas a la negativa del dirigente israelí a modificar las estrategias para Gaza, sugieren un posible momento crucial en la relación entre Estados Unidos e Israel.
La determinación de Netanyahu de proceder a un asalto terrestre sobre Rafah, una ciudad del sur de Gaza que proporciona refugio a más de un millón de palestinos desplazados, a pesar de la oposición estadounidense, ha agravado la situación.
Biden expresó su desaprobación durante una llamada telefónica con Netanyahu, afirmando que “una operación militar en Rafah no debería continuar sin un plan creíble y ejecutable” para proteger y apoyar a los palestinos que se refugian allí, aseguró la Casa Blanca en un comunicado.
A pesar de las crecientes tensiones, Biden habría transmitido a personas con información privilegiada que una crítica pública excesiva a Netanyahu podría ser contraproducente.
Sus frustraciones con Netanyahu aún no han provocado un cambio significativo de política, pero su administración está considerando medidas como el aplazamiento de la venta de armas estadounidenses a Israel y el reconocimiento de un Estado palestino independiente.