Jenkintown, en un giro sorprendente, está meditando la disolución de su cuerpo de policía local. Este movimiento previsto, encabezado por el presidente del consejo, Jay Conners, pretende aliviar la presión financiera sobre los ciudadanos locales. Conners postula que la afiliación con departamentos de policía vecinos puede ofrecer servicios más completos que su fuerza actual, informó Whyy.
Christian Soltysiak, vicepresidente del Consejo Municipal y miembro del Comité de Seguridad Pública, atribuye este drástico cambio de mentalidad a la infusión de sangre nueva en el gobierno municipal. "De las perspectivas frescas nacen diálogos novedosos", añadió Soltysiak, sugiriendo que la idea de consolidar los servicios policiales ha sido una consideración de larga data dentro del consejo.
Los costes desorbitados de mantener un cuerpo de policía local, desde los salarios y las pensiones hasta los gastos imprevistos como el mantenimiento de los vehículos y las cuotas legales, son cada vez más preocupantes. Soltysiak subraya la necesidad de una mayor transparencia sobre estos costes, que los residentes sólo comprenden en parte al liquidar sus facturas de impuestos.
La idea de disolver un cuerpo de policía local para compartir servicios con las ciudades vecinas no es un concepto innovador. El jefe de policía de Jenkintown, Tom Scott, aludió al modelo del municipio de Hatfield, que lleva más de 20 años utilizando los servicios policiales del municipio de Hatfield. También citó casos en los que los municipios recurren a los servicios de la policía estatal.
Scott se explayó sobre las ventajas de externalizar los servicios policiales, que engloban el acceso a una división de patrullas completa, una división de detectives, una división de policía de proximidad y una unidad de seguridad del tráfico. Subrayó el potencial de colaborar con Abington, sede del segundo mayor departamento de policía del condado, o Cheltenham, previo acuerdo mutuo.
Mirando hacia el futuro, Scott insinuó que los municipios más pequeños podrían tropezar con los requisitos previos de la policía del "siglo XXI". El tiempo y los recursos necesarios para la formación y los compromisos son cada vez más difíciles de destinar en un sector que ya lucha por contratar y retener a personal cualificado.
Scott reconoció la empinada cuesta que supone cubrir las vacantes, atribuyendo las jubilaciones y las salidas de la industria como obstáculos significativos. Subrayó la necesidad de encontrar soluciones inventivas a estos retos. La posible disolución del cuerpo de policía de Jenkintown y la consolidación de los servicios policiales con las ciudades vecinas se presenta como uno de esos remedios, cuya fructificación depende de las futuras deliberaciones y veredictos del consejo municipal.