En una penosa secuencia de acontecimientos, la crucial ciudad de Avdiivka, en el este de Ucrania, ha capitulado ante la dominación rusa. Este desafortunado incidente se ha producido al mismo tiempo que el presunto fallecimiento de Alexey Navalny en una prisión rusa, lo que subraya la escalada del control del presidente ruso Putin en la región.
La rendición de Avdiivka supone un duro golpe para Ucrania. Significa la primera gran pérdida de una ciudad del país desde la caída de Bajmut casi un año antes.
El impacto de la intensa ofensiva rusa y el estancamiento de la ayuda estadounidense en la lucha de Ucrania
Avdiivka, hogar de 32.000 residentes y línea de frente clave desde 2014, está ahora en ruinas tras meses de guerra sin cuartel. La ciudad lleva las cicatrices de las decenas de miles de bajas rusas.
Notablemente, este revés surge durante un estancamiento de la ayuda militar estadounidense a Ucrania. Las fuerzas ucranianas resisten con éxito los empujes rusos desde octubre.
Sin embargo, la disminución de la ayuda occidental y la consiguiente escasez de municiones inclinaron la balanza hacia Rusia. La abundante artillería y los ataques aéreos rusos desgastaron las defensas de Avdiivka, reduciendo la ciudad a una mera sombra de su pasado.

En las últimas semanas, Rusia rodeó progresivamente Avdiivka, logrando avances sustanciales en el norte y el sur. Las tropas ucranianas se vieron en el aprieto de retroceder o arriesgarse a ser cercadas. La decisión de replegarse tenía como objetivo frenar una mayor pérdida de personal y equipos.
La prolongada resistencia de Avdiivka contra la invasión a fondo de Rusia demuestra su fuerte fortificación. Sin embargo, su rendición indica claramente el cambio de tendencia hacia Rusia.

A pesar de la caída de Avdiivka, los expertos militares afirman que puede que no altere inmediatamente el panorama estratégico general de Ucrania. Esto se debe a los desafíos potenciales que Rusia puede encontrar al explotar esta victoria para nuevos avances territoriales.
La atención de Ucrania se centra ahora en reagrupar sus fuerzas, reponer suministros y reposicionar estratégicamente las unidades bajo el mando del general Oleksandr Tarnavskyi, comandante de la dirección Tavria.

Sin embargo, la preocupación se cierne sobre la fortaleza militar de Ucrania. Un funcionario estadounidense advirtió la semana pasada de un déficit "catastrófico" de municiones para marzo si el Congreso no autoriza ayuda adicional para la asediada nación.
A pesar de haber reclamado Avdiivka, la victoria rusa ha tenido un coste asombroso. Las estimaciones apuntan a más de 20.000 bajas y la pérdida de más de 1.000 vehículos blindados desde que inició la ofensiva contra Avdiivka en octubre de 2023.