La mundialmente conocida organización defensora de los derechos de los animales, PETA, lanzó una mirada crítica sobre Bad Bunny, tachando de "irresponsable" la decisión de su última gira con la incorporación de un caballo vivo a su show.
Disgusto de PETA con Bad Bunny
PETA sostiene que el tumulto y el desorden inherentes a los conciertos suponen un estrés considerable y un peligro potencial para los animales, en particular para aquellos tan sensibles como los caballos.
Bad Bunny, causó sensación en el ámbito musical con su inventiva sonora y sus audaces elecciones de estilo. Sin embargo, la elección del artista puertorriqueño de incorporar un caballo vivo a su gira desató innegablemente una vorágine de controversias.
PETA sostiene que la utilización de animales para el entretenimiento es intrínsecamente dura, independientemente de las salvaguardas empleadas.
El defensor afirma que el ruido fuerte, las luces deslumbrantes y las multitudes atestadas características de los conciertos pueden desencadenar ansiedad en los animales, lo que conduce a comportamientos imprevisibles que podrían herir tanto a los animales como a las personas involucradas.
Este no es el primer caso en el que la defensora expresa sus objeciones sobre la explotación de animales por parte de famosos para su diversión. PETA tiene un historial de campañas contra tales prácticas, a menudo envuelta en disputas de gran visibilidad con figuras de renombre.
Hasta la fecha, Bad Bunny no se pronuncia públicamente a las censuras de PETA. Aún está por discernir cómo influirá esta polémica en sus seguidores y en sus futuras giras.
