Filadelfia busca adentrarse en el futuro del transporte urbano con la introducción de un transbordador sin conductor en el Navy Yard. Esta iniciativa, la primera de Pensilvania, sienta un precedente en las soluciones de tránsito autónomo y promete redefinir los desplazamientos urbanos tanto para los residentes como para los visitantes, reseña CBS News.
Kate McNamara, portavoz del Astillero Naval, compartió su entusiasmo por este servicio. "El lanzamiento de nuestro transbordador autónomo hoy en el Navy Yard es emocionante", afirmó. Desarrollado por Perrone Robotics en Charlottesville (Virginia), este transbordador eléctrico de emisiones cero puede transportar a nueve pasajeros y hace paradas en cuatro lugares estratégicos del recinto. Además, existe un plan para unir directamente el Navy Yard con la estación NRG, mejorando la conectividad con el sistema de transporte público más amplio a lo largo de la línea de Broad Street.
La tecnología que impulsa este transbordador autónomo cuenta con un conjunto de sensores y un GPS de última generación para navegar por las rutas establecidas. "Nuestro transbordador está equipado con sensores integrales y un sistema GPS excepcional. Estas tecnologías trabajan al unísono para seguir una ruta definida", explicó Nick Pilipowsky, de Perrone Robotics. Esta integración permite al transbordador interactuar de forma inteligente con su entorno, ofreciendo a los pasajeros un viaje seguro y sin contratiempos.
Para garantizar los más altos niveles de seguridad, el transbordador ha sido meticulosamente entrenado para familiarizarse con el paisaje del Navy Yard y con cualquier posible obstáculo. McNamara explicó: "La tecnología de sensores del transbordador está diseñado para detectar meticulosamente su entorno, garantizando la máxima seguridad a nuestros pasajeros. Ha pasado meses entrenándose aquí, dominando el trazado de la zona y cualquier obstáculo imprevisto".
Una característica de esta solución de tránsito es la presencia de un operador humano, Donald Brock, que supervisa las operaciones del transbordador. Brock, entrenado para controlar manualmente el vehículo en caso necesario, proporciona una red de seguridad adicional. "Recibimos formación en Virginia para aprender los entresijos del manejo manual de la lanzadera en caso necesario", relató Brock.
Más allá de su innovación tecnológica, el servicio de transbordador autónomo pretende abordar retos urbanos comunes, como la escasez de aparcamiento en el Astillero Naval, al tiempo que mejora significativamente las experiencias de tránsito para el creciente número de visitantes y empleados. McNamara destacó la importancia de este avance para satisfacer la creciente demanda de opciones de transporte eficientes y sostenibles: "Con el aumento diario de la población del campus, este servicio desempeñará un papel crucial a la hora de facilitar un acceso más eficiente al tránsito."