El cuerpo de Alexei Navalny, líder de la oposición contra el gobierno ruso de Vladimir Putin, fue enterrado al son de “My Way” de Frank Sinatra mientras miles de sus partidarios cantaron afuera de un cementerio para que se les permitiera entrar y presentar sus respetos.
Bajo la supervisión de autobuses llenos de policías antidisturbios, el cuerpo de Navalny fue llevado a una iglesia para una breve ceremonia antes de ser enterrado.
El líder de la oposición murió repentinamente a la edad de 47 años en la colonia penitenciaria Polar Wolf, en el norte de Rusia, un deceso que su viuda, Yulia Navalnaya, y otros partidarios han descrito como “asesinato”, pero que las autoridades rusas atribuyeron a “causas naturales”.
Las autoridades rusas ejercieron un estricto control sobre la multitud de dolientes públicos, con barreras metálicas bloqueando el acceso a la entrada de la iglesia.
El equipo de Navalny, que opera en el exilio en Vilnius, Lituania, transmitió el funeral en vivo pero informó interrupciones en Internet alrededor de la iglesia en el sureste de Moscú.
La familia de Navalny, incluida su esposa Yulia, su hija Daria, su hijo Zakhar y su hermano menor Oleg, así como todo su equipo político, viven fuera de Rusia por su seguridad y no fueron vistos en el entierro.
Navalnaya ha enfrentado amenazas de propagandistas pro-Kremlin de que sería arrestada si regresaba a Rusia. Tomó la inusual medida de exigir en una publicación en las redes sociales que las autoridades no interfirieran en el funeral.
El Parlamento Europeo adoptó el jueves una resolución en la que afirma que las autoridades rusas, y Putin personalmente, “tienen responsabilidad penal y política por la muerte de su oponente más fuerte, Alexei Navalny”. Su viuda ha llamado a Putin un “maldito mafioso”.
