En una medida decisiva para combatir la ola de violencia y actividad delictiva que azota a la nación, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció una prórroga de 30 días del estado de excepción en Ecuador, en un decreto firmado este jueves.
Este anuncio se produce cuando el periodo inicial, que comenzó el 8 de enero, estaba a punto de concluir. Con la firma de este decreto, el presidente Noboa subraya el compromiso de su administración con el restablecimiento de la paz y el orden en todo Ecuador.
Primera declaración de estado de excepción en Ecuador
La declaración inicial de principios de enero estableció el estado de excepción en Ecuador por un período de 60 días. La necesidad de extenderlo se debe a los incesantes disturbios orquestados por facciones criminales, especialmente marcados por las fugas de las cárceles.
Entre estas fugas se encontraba la de Adolfo Macías, también conocido como "Fito", notorio líder de la banda de "Los Choneros", que actualmente permanece prófugo.
El decreto destaca la continuación de la "grave conmoción interna" en todo Ecuador como la razón de este estado de emergencia ampliado.
Tras la declaración original, el 9 de enero, el presidente Noboa dio un paso audaz al declarar un conflicto armado interno y designar a 22 bandas criminales como organizaciones terroristas.
Apoyo a las autoridades que combaten las bandas criminales
Esta acción decisiva apoya las operaciones policiales y militares en curso destinadas a desmantelar estas redes criminales. Desde que asumió el cargo en noviembre, Noboa manifestó su dedicación a restablecer la seguridad en toda la nación.
Como parte de esta ofensiva integral, la presidencia reveló que, desde enero hasta la fecha, las autoridades ya arrestaron a 11.711 individuos, neutralizado a 14 "terroristas" y recapturado con éxito a 34 prisioneros fugados.
La prórroga del estado de excepción en Ecuador significa la continua batalla del gobierno contra el crimen organizado y la violencia, un reto formidable para la joven administración del presidente Noboa.
Ecuador redobla sus esfuerzos para frenar estas fuerzas desestabilizadoras, a la vez que la comunidad mundial permanece vigilante, con la esperanza de un rápido retorno a la tranquilidad en este país sudamericano.