En la historia de la Premier League, pocas rivalidades cautivaron a los aficionados y transformado el juego tan profundamente como la rivalidad entre Jürgen Klopp y Pep Guardiola.
Mientras Klopp se prepara para su marcha, la Premier League será el posible acto final de una rivalidad que influyó significativamente en el fútbol inglés.
Tanto Klopp como Guardiola convirtieron sus batallas tácticas en enfrentamientos épicos, impulsando al Liverpool y al Manchester City a nuevas cotas.

Dos maestros del fútbol frente a frente
Klopp declaró recientemente: "No siento que haya rivalidad entre nosotros. Somos competitivos y siempre queremos ganar. Le respeto, pero no hemos tenido la oportunidad de vernos a menudo. En el futuro, tendremos mucho de lo que hablar".
Esta rivalidad no sólo puso a prueba un choque en sistemas tácticos, sino que también elevó el nivel del fútbol.
Con el Liverpool y el City muy cerca del Arsenal en la clasificación de la liga, su próximo enfrentamiento es más que una carrera por el título; es el "último baile" de una rivalidad legendaria.
Desde que se hizo cargo de sus respectivos equipos, el City de Guardiola conseguió cinco títulos de la Premier League en seis años, siendo el Liverpool de Klopp su más formidable perseguidor logrando consagrarse con una.
Guardiola considera a los Reds como su rival más difícil, un sentimiento que Klopp corresponde afirmando: "Yo soy bueno, pero Pep es el mejor".
Una era dorada del fútbol en la historia de la Premier League
Su rivalidad muestra un choque de filosofías: El fútbol agresivo y de alta intensidad de Klopp frente al juego estratégico y basado en la posesión de Guardiola.
Este contraste significó algunos de los partidos más memorables de la historia de la Premier League, llevando a ambos equipos a sus límites y elevando la estatura mundial de la liga.
La temporada del City, en la que batió el récord de 100 puntos, y la del Liverpool, con 99, son testimonio de su dominio. Según Sam Lee, de "The Athletic", e Ian Doyle, del "Liverpool Echo", esta era del fútbol no tiene comparación en la historia de la Premier League, tanto por su calidad como por el legado que deja tras de sí.

La expectación por su último partido de la Premier League en Anfield es inmensa, y trasciende los límites de un partido típico para convertirse en la celebración de una rivalidad que cautivó a los aficionados de todo el mundo en estos años.
Ambos entrenadores expresan su respeto mutuo, y Guardiola espera un futuro en el que su rivalidad pueda convertirse en amistad.