El senador Bernie Sanders impulsó un proyecto de ley en el Senado para acortar la semana laboral a cuatro días.
Sanders presentó "Ley de la semana laboral de treinta y dos horas", una legislación diseñada para la transición a una semana laboral de cuatro días.
Una semana laboral de cuatro días en EEUU
La legislación impulsada por Sanders pretende mantener intacta la remuneración de los trabajadores a la vez que se reducen sus horas de trabajo, basándose en las investigaciones del aumento de la productividad y los avances tecnológicos con jornadas laborales más cortas.
La propuesta de Sanders busca distribuir equitativamente los beneficios del crecimiento económico y la innovación tecnológica.
En senador cree firmemente que pasar a una semana laboral de 32 horas sin reducción salarial es un concepto factible y no radical.
Su postura pone de relieve el desequilibrio entre los trabajadores actuales, altamente eficientes, y su insuficiente remuneración.
¿En cuáles países la semana laboral es de cuatro días?
Desde hace unos años, líderes de Europa han abogado por una jornada laboral de cuatro días, después de varias investigaciones que desmuestran la mayor productividad de los empleados vinculado a menos horas de trabajo.
Canadá y Australia ya comenzaron a implementarla. Te dejamos la lista de los países que siguen esta iniciativa, según World Population Review.
- Bélgica
- Dinamarca
- Finlandia
- Alemania
- Islandia
- Irlanda
- Japón
- España
- Escocia
- Suecia
- Reino Unido
- Nueva Zelanda
- Países Bajos
- Lituania
La tecnología como base para este cambio
Sanders imagina un mercado laboral en el que los avances tecnológicos beneficien realmente a la clase trabajadora, contrarrestando la tendencia actual que beneficia a los magnates corporativos y a los accionistas.
Este esfuerzo legislativo, que también lo impulsó el senador Laphonza Butler y paralelo en la Cámara Baja por el representante Mark Takano, trasciende a los derechos laborales.
La legislación aboga por una sociedad en la que los trabajadores puedan disfrutar de una vida más sana y equilibrada.
Además, la ley desafía la norma de que los trabajadores estadounidenses estén atados a horarios agotadores con escasas ganancias financieras o personales.
Una ley apoyada por muchos
Durante una notable audiencia, voces como la del presidente de United Auto Workers, Shawn Fain, y diversas autoridades académicas amplificaron el mensaje de Sanders, subrayando la necesidad de una reevaluación de las normas laborales.
Sus debates se extendieron más allá de las cifras, explorando las implicaciones más amplias sobre el bienestar de la sociedad, desde la salud mental hasta el tiempo de calidad con la familia.
Los críticos: el senador Bill Cassidy, expresó su escepticismo sobre la viabilidad y las posibles repercusiones de este cambio.
Las preocupaciones sobre las ramificaciones en las pequeñas empresas y la economía en general sugieren que la semana laboral más corta, aunque atractiva, podría precipitar efectos indeseables como recortes de empleo y una menor competitividad global.
Antecedentes: la iniciativa de Sanders se ve reforzada por los programas piloto en otros países que ilustran la viabilidad de aumentar la productividad y la satisfacción de los trabajadores mediante la reducción de la jornada laboral.