La ciudad de Odesa, en el sur de Ucrania, se convirtió este viernes en el epicentro de otro ataque, al desatar las fuerzas rusas una serie de misiles balísticos.
Este ataque coincide con el avance de las elecciones presidenciales rusas, un acontecimiento que probablemente asegure el liderazgo de Vladimir Putin para un mandato prolongado durante el conflicto en Ucrania, que ya va por su tercer año.
Entre las 16 víctimas se encontraban un dedicado paramédico y un trabajador del servicio de emergencias.
¿Qué estrategia utilizan en los ataques como este?
Los misiles Iskander-M, responsables de esta catástrofe, hirieron a más de 53 personas. Este ataque devastó no menos de 10 viviendas y dañó gravemente los vehículos de los servicios de emergencia, provocando un incendio, así confirmaron las autoridades y Oleh Kiper, el gobernador regional, según NBC News.
El uso de una estrategia de "doble toque", lanzando un segundo misil para apuntar a la misma zona, apunta especialmente a quienes se apresuran a prestar ayuda, afectando en mayor medida a los civiles.
Tras el ataque de los misiles rusos, el gobernador Kiper declaró un día de luto en Odesa, marcando esta ocasión por segunda vez en menos de dos semanas.
Esto se produce poco después de un asalto ruso con drones el 2 de marzo, que provocó la destrucción de un edificio de varios pisos y la pérdida de 12 vidas, entre ellas cinco niños.
Ataques de Rusia contra zonas civiles
A pesar de las constantes refutaciones de Moscú sobre los ataques contra zonas civiles, numerosas pruebas apuntan a lo contrario.
Rusia intensificó su agresión contra Odesa, una ciudad portuaria del sur de importancia crítica, dirigiéndose especialmente contra sus instalaciones portuarias.
Su objetivo parece ser socavar las capacidades de exportación de Ucrania, que había estado avanzando en la reanudación de la navegación marítima en el Mar Negro.
Los responsables moscovitas afirman que sus acciones militares se centran en objetivos que albergan drones marítimos ucranianos, supuestamente utilizados contra la flota rusa del Mar Negro.
En particular, los puertos de Odesa desempeñaron un papel crucial en el acuerdo internacional del año pasado, que fue decisivo para reanudar el envío de grano tanto de Ucrania como de Rusia al mundo.
Odesa, conocida por su población mayoritariamente rusoparlante y sus conexiones históricas con Rusia, se erige como un faro de importancia cultural y económica. Sin embargo, los lazos de la ciudad con Rusia sufren tensiones desde la incorporación de Crimea en 2014.
