La población civil de Gaza se enfrenta a un peligro de hambruna, por lo que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) emitió una advertencia sobre el acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria.
Las infraestructuras de la región están gravemente dañadas y la población tiene necesidades urgentes. Los métodos tradicionales de entrega de ayuda presentan importantes desafíos.
Los lanzamientos aéreos, aunque pueden salvar vidas, conllevan riesgos inherentes, incluido el daño potencial a los civiles.
También, la opción de ayuda por mar está limitada por las inadecuadas instalaciones portuarias de Gaza, lo que hace que esta vía sea menos eficaz para atender las necesidades inmediatas de la población.
La ayuda humanitaria a Gaza es limitada
De los seis puntos de entrada, sólo dos -Rafah, que conecta Gaza con Egipto, y Kerem Shalom, que une Gaza tanto con Egipto como con Israel- están constantemente abiertos.
Debido a esto, se limita drásticamente la entrada de recursos vitales, desde alimentos y agua hasta suministros médicos, intensificando aún más una situación crítica.
La declaración de la UNRWA: "El acceso seguro, sin obstáculos y sostenido a toda la Franja de Gaza es una cuestión de vida o muerte", recordando la gravedad de la crisis, con Gaza al borde de la hambruna.
El proceso de entrega de la ayuda se complica aún más por los controles fronterizos impuestos por las autoridades israelíes en estos pasos.
Organizaciones como las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) expresaron su preocupación por estos controles.
Sostienen que los retrasos resultantes no sólo obstaculizan la rápida distribución de la ayuda sino que agravan la crisis humanitaria.
