La Reserva Federal decidió mantener el tipo de interés de los fondos federales en torno al 5,5%. Una acción del banco central al control de la inflación.
Aunque la inflación disminuyó desde su máximo en 2022, sigue presentando desafíos con subidas de precios persistentes.
Este contraste económico suscita una postura prudente, ya que el comité tiene previsto mantener el tipo de interés estable hasta que observe un descenso más definitivo de la inflación hacia su objetivo del 2%.
Desde su ajuste en julio, el tipo actual elevó los costes de los préstamos en varios sectores financieros, afectando a los préstamos, las tarjetas de crédito y otros productos financieros.
Este enfoque, basado en la política monetaria convencional, pretende frenar el gasto encareciendo los préstamos, contribuyendo así a reducir la inflación hasta el objetivo del 2%.
Pronósticos de reducción de tipos de interés
Sin embargo, la disminución de la inflación se enfrenta a obstáculos, en particular con la tasa de crecimiento del índice de precios al consumo, que se mantiene en una pausa ligeramente superior al 3% anual.
Esta situación hace temer que la Reserva Federal tenga que mantener los tipos altos durante más tiempo.
Con la inflación por encima del objetivo del 2%, los expertos predicen ahora que la primera posible reducción de tipos podría producirse en la reunión de junio de la Reserva Federal, con la posibilidad de dos recortes más antes de que acabe el año, dependiendo de las tendencias de la inflación.
Un factor clave de la inflación en curso es el aumento del coste de la vivienda, impulsado por una escasez nacional de viviendas y una crisis de asequibilidad, que fortaleció el mercado del alquiler.
A pesar de estos retos, la estabilidad laboral ayudó a más estadounidenses a hacer frente al alquiler, con una tasa de desempleo que se mantiene por debajo del 4% durante un tiempo largo desde los años sesenta.
Desafíos de la Reserva Federal en el equilibrio económico
En este escenario económico, la Reserva Federal se enfrenta a la tarea de aplicar suficiente presión a través de unos tipos de interés más altos para suprimir el crecimiento de los precios sin provocar un aumento del desempleo ni desencadenar una recesión.
Los analistas de Bankrate mantienen una perspectiva prudente, indicando que la persistencia de la inflación puede limitar a la Reserva Federal a sólo dos reducciones de los tipos de interés este año mientras trabaja para alcanzar su objetivo del 2%.
El analista principal de política de Bankrate, Ted Rossman, afirma: "Existe la sensación de que los pasos finales podrían ser más difíciles para la Fed".
No obstante, la Fed cuenta con el apoyo de dos factores ventajosos: el aumento de la productividad laboral y la inmigración.
La mejora de la productividad permite a la economía acomodar unos costes salariales más elevados sin impulsar la inflación, mientras que una mayor oferta de mano de obra por el aumento de la inmigración ayuda a moderar el crecimiento salarial.