Las autoridades detuvieron a dos empleados de un bar en Rusia, las autoridades les acusan promover "relaciones sexuales LGBT"
Esta ley, introducida en noviembre, representa un nuevo capítulo en la campaña del país contra las personas LGBTQ.
Los detenidos, identificados por el medio independiente Mediazona como Diana Kamilyanova, la gerente, y Alexander Klimov, el director artístico, están vinculados al bar "Pose".
Ahora se enfrentan a la desalentadora perspectiva de hasta diez años de prisión si son declarados culpables.
La comunidad LGBT de Rusia tomó acciones sobre caso extremista del bar
Su detención se produjo tras una redada policial en su establecimiento a principios de este mes, una operación que no sólo condujo a su detención sino también a la publicación de vídeos que mostraban el trato irrespetuoso de algunos clientes.
Las autoridades les acusan de intentar promover "relaciones sexuales no tradicionales" entre su clientela.
Esta acusación refleja la agenda más amplia del gobierno para suprimir cualquier forma de defensa o asociación LGBTQ con el pretexto de reducir la influencia del "movimiento internacional LGBT".
Un término criticado por su ambigüedad y su potencial para criminalizar una amplia gama de actividades relacionadas con los derechos LGBTQ.
Esta represión coincide con el giro conservador de Rusia, acentuado por sus acciones militares en Ucrania.
El Kremlin ha estado aprovechando la retórica conservadora, presentando el conflicto como una lucha contra la imposición de los valores liberales occidentales.
Esta narrativa ha ido acompañada de acciones legislativas dirigidas a la comunidad LGBTQ, incluida la ley de 2013 que prohibía la promoción de relaciones "no tradicionales" a los menores, una restricción que desde entonces se ha ampliado para afectar a una mayor parte de la población.
Las organizaciones internacionales de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional, han expresado su profunda preocupación por estos acontecimientos.
Advierten de que los temores suscitados por la aprobación de la ley el año pasado se están materializando ahora, amenazando la seguridad y la libertad de las personas LGBTQ y sus defensores en Rusia.
Los defensores de la agenda conservadora y ultratradicionalista del país, como Ekaterina Mizulina, han celebrado las acciones legales como triunfos en su campaña contra las expresiones LGBTQ.
Este caso es indicativo de una tendencia más amplia hacia la erosión de las libertades y el aumento de la intrusión gubernamental en la vida privada con el pretexto de salvaguardar los valores tradicionales.
Pone de relieve la precaria situación de las personas LGBTQ en Rusia, que se enfrentan cada vez más a la marginación y la criminalización por su identidad y sus esfuerzos de defensa.
A medida que se desarrolle este caso, servirá como indicador crítico del futuro de los derechos y las libertades de las personas LGBTQ en el país, poniendo de relieve el choque actual entre la legislación conservadora y la lucha por los derechos individuales.
