El rey Carlos III asistió al servicio de los Maitines de Pascua en el castillo de Windsor, haciendo su aparición pública más notable desde el anuncio de su diagnóstico de cáncer.
Junto a la reina Camilla, el monarca irradió fuerza y gracia bajo las históricas bóvedas de la capilla de San Jorge, símbolo del patrimonio real dentro de los terrenos del castillo de Windsor.
La llegada de la pareja real en coche fue recibida por los fanáticos, creando una escena de unidad y respaldo.
Este año, el servicio de Pascua, un acontecimiento clave en el calendario real, se celebró con especial cuidado para limitar la exposición pública del Rey Carlos durante su tratamiento en curso.
El rey Carlos III en el servicio de Pascua tras su diagnóstico de cáncer
El Rey y la Reina, optando por una disposición de asientos más privada, reflejaron el enfoque de la difunta Reina Isabel II durante el funeral del Príncipe Felipe en el punto álgido de la pandemia en 2021.
La presencia de la familia real fue modesta, con los hermanos del Rey y sus familias llegando antes de que comenzara el servicio.
El Príncipe y la Princesa de Gales y sus hijos estuvieron notablemente ausentes, ya que se ocupan de la quimioterapia de Kate Middleton tras su diagnóstico de cáncer.
Al final del servicio, el rey Carlos se relacionó directamente con el público, dando un paseo espontáneo, recibiendo aplausos y felicitaciones de Pascua.
Este gesto cercano demostró el compromiso del rey Carlos con sus responsabilidades reales y su capacidad para levantar el ánimo en medio de los retos personales.
Familia real reducida en servicio religioso
El rey Carlos sigue cumpliendo con sus deberes reales, ocupándose de los asuntos de Estado y manteniendo sus responsabilidades constitucionales desde el palacio de Buckingham.
Sus actividades recientes incluyen saludar a nuevos embajadores y reunirse con líderes comunitarios y religiosos, resaltando en su promesa de servir "con todo su corazón", como declaró en un mensaje antes del fin de semana de Pascua.
Mientras la familia real se enfrenta a estos retos de salud, el apoyo y la empatía del público son vitales.
La princesa de Gales, en particular, agradeció al público su calidez y apoyo durante estos momentos difíciles.
La presencia del rey Carlos en el servicio de Pascua reafirma el compromiso de la familia real con la tradición.