Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, se convirtió el viernes por la noche en el objetivo de los ataques rusos con misiles y aviones no tripulados.
Este ataque que dejó un saldo de 6 muertos y 11 personas heridas, muestra la realidad de una nación que lucha constantemente por su soberanía.
El gobernador Oleh Syniehubov detalló la destrucción, que afectó infraestructuras civiles, como residencias, una guardería y una cafetería.
Las fuerzas aéreas ucranianas informaron de que en la embestida participaron 32 drones Shahed de fabricación iraní y seis misiles.
Defensa ante el ataque ruso en Kharkiv
A pesar de la lucha de las fuerzas de defensa aérea ucranianas por neutralizar la mayoría de las amenazas entrantes, lograron derribar tres misiles de crucero y 28 drones.
El teniente general Mykola Oleshchuk condenó a las fuerzas rusas por sus tácticas de terror contra la población civil de Kharkiv, un sentimiento que resuena en todo el mundo en medio de la denuncia generalizada de estos actos violentos.
Como contramedida, Ucrania envió cohetes Vampiro hacia Rusia, todos los cuales fueron interceptados con éxito cerca de la región de Belgorod, según declaró el Ministerio de Defensa ruso.
Estos ataques ponen de manifiesto la intensificación de las tensiones y el perpetuo ciclo de hostilidad que dificulta cualquier perspectiva de paz.
Continuos ataques para apoderarse de puntos estratégicos en Ucrania
Oleksandr Syrskyi, comandante de las fuerzas armadas ucranianas, calificó el ataque ruso, sobre todo en torno a la zona de Bajmut, en la región de Donetsk, de "difícil hacerles frente".
Las fuerzas rusas no tienen piedad en sus asaltos, empleando tanto brigadas mecanizadas como infantería.
Sin embargo, a pesar de estas agresivas maniobras destinadas a apoderarse de las posiciones ucranianas en torno a Chasiv Yar, Syrskyi confirmó que los puntos estratégicos clave siguen bajo control ucraniano, aunque la línea del frente está llena de incertidumbre y dificultades.