Paramount Pictures ganó con éxito su derecho a seguir adelante con la secuela de Top Gun: Maverick, marcando un importante triunfo legal contra las acusaciones de infracción de derechos de autor.
La disputa, originada por las alegaciones de los herederos de Ehud Yonay, el autor cuyo artículo de 1983 inspiró la película original de "Top Gun", llegó a su fin con la sentencia del juez de distrito estadounidense Percy Anderson a favor de Paramount.
Esta controversia se centraba en la necesidad de renegociar los derechos para la nueva entrega de la icónica franquicia.
Juez declaró a "Top Gun" diversa y original
En una sentencia decisiva, el juez Anderson aclaró que "Top Gun: Maverick" diverge sustancialmente de la narración de Yonay, haciendo referencia en las diferencias de trama, tema, escenario y diálogo.
Explicó que la ley de derechos de autor no extiende la protección a los componentes fácticos, como el concepto de una escuela de entrenamiento de pilotos de caza, un tema común tanto al artículo de Yonay como a la secuela.
A pesar de la decisión del tribunal, Marc Toberoff, el abogado que representa a los herederos de Yonay, expresó su desacuerdo, señalando su intención de apelar.
Toberoff criticó la respuesta de Paramount a los derechos de rescisión de los derechos de autor invocados por la viuda y el hijo de Yonay en virtud de la Ley de Derechos de Autor, poniendo de relieve una postura polémica del estudio.
La batalla legal de Paramount Pictures por Top Gun
La batalla legal se desencadenó por la afirmación de que la familia de Yonay había reclamado los derechos de la historia en 2020 a través de una disposición de la ley de derechos de autor que permite a los autores o a sus herederos recuperar los derechos después de un periodo determinado.
Paramount sostuvo que "Top Gun: Maverick", al no tener ningún vínculo sustancial con el artículo original y haberse completado antes del aviso de rescisión, no requería una renegociación de los términos de la licencia.
La sentencia del juez Anderson estuvo muy influida por la naturaleza no protegible de las similitudes de hecho y la aplicación de la prueba extrínseca, que compara elementos creativos específicos como la trama y los personajes. El análisis reveló divergencias significativas entre el artículo y la secuela.
El tribunal desestimó el plagio
El tribunal también desestimó las preocupaciones sobre escenas y elementos narrativos similares como "hechos no protegidos" o "escenas de stock familiares", distanciando aún más la secuela de las reclamaciones por infracción de derechos de autor.
La decisión de excluir el testimonio experto de los Yonay, que no diferenciaba entre expresiones creativas protegidas por derechos de autor y hechos no protegidos, desempeñó un papel crucial en la sentencia.
Además, también se desestimó una demanda por incumplimiento de contrato en relación con el hecho de no acreditar a Yonay en la secuela, alegando el juez que la producción de la secuela era independiente de los derechos del artículo original.