Los opiáceos de nitazeno, identificados en varias muertes por sobredosis, son hasta 40 veces más potentes que el fentanilo, lo que supone un peligroso giro en la epidemia de drogas de la ciudad de Filadelfia, reseña Inquirer.
Recientes hallazgos de la Oficina del Médico Forense de Filadelfia muestran que los opioides nitazénicos contribuyeron al menos a cinco muertes en los últimos dos años, con sospechas de su implicación en casos adicionales. Esta revelación se produce mientras la ciudad se enfrenta a un alarmante récord de 1.413 muertes por sobredosis en 2022.
Los funcionarios sanitarios han estado en alerta máxima desde la detección de estos fármacos en diciembre de 2022, esforzándose por evaluar su propagación dentro del suministro local de drogas.
El departamento de salud de la ciudad ha alertado a los proveedores médicos sobre la aparición de varios análogos del nitazeno en víctimas de sobredosis desde su detección inicial. Daniel Teixeira da Silva, director médico de prevención del consumo de sustancias y reducción de daños de la ciudad, subrayó la dificultad de hacer un seguimiento de las muertes relacionadas con el nitazeno debido a la diversa gama de análogos presentes.
La situación se complica aún más por la mezcla de nitazenos con sustancias como el fentanilo y la xilacina, un sedante veterinario.
La introducción de los nitazenos en Filadelfia marca una evolución significativa en su escena de drogas. La ciudad, antes conocida por su heroína pura y asequible, experimentó un cambio drástico con la infiltración del fentanilo en su suministro de opiáceos a mediados de la década de 2010.
El tratamiento de las sobredosis de nitazeno, aunque posible con naloxona, suele requerir dosis más altas dada la potencia de las drogas. Los consumidores también han informado de graves síntomas de abstinencia, lo que añade obstáculos a la hora de buscar tratamiento.
En respuesta a esta amenaza creciente, los responsables sanitarios de Filadelfia abogan por la distribución generalizada de naloxona y la educación.