Pasaron casi ocho décadas desde que Jackie Robinson rompió la barrera del color en las Grandes Ligas de béisbol. Sin embargo, las importantes contribuciones del promotor mexicano Jorge Pasquel en este movimiento histórico siguen en gran medida sin ser reconocidas.
En la década de 1940, las acciones visionarias de Jorge Pasquel sentaron las bases que no sólo desafiaron la segregación racial en el deporte, sino que también resaltaron el valor y la dignidad de los jugadores afroamericanos.
Las intenciones de Jorge Pasquel
En 1942, cinco años antes del histórico debut de Robinson, Jorge Pasquel empezó a invitar a jugadores afroamericanos a México. Su intención iba más allá de potenciar el talento de la Liga Mexicana; se trataba de ofrecer a estos jugadores el respeto y la igualdad que se les negaba en Estados Unidos.
La leyenda del béisbol Monte Irvin, que más tarde se uniría a las Grandes Ligas y sería incluido en el Salón de la Fama, compartió en una ocasión que su estancia en México marcó la primera vez que se sintió genuinamente libre, un testimonio del entorno inclusivo cultivado por Jorge Pasquel.
Su nieto, Miguel Pasquel, aboga activamente por el lugar que le corresponde a Jorge en el Salón de la Fama del Béisbol de Cooperstown. "Jorge Pasquel desempeñó un papel decisivo en la reintegración del béisbol al acoger a jugadores afroamericanos en México mucho antes de 1947", declaró Miguel,
Las conversaciones con Josh Rawitch, presidente del Salón de la Fama, continúan mientras la familia Pasquel presiona para que Jorge sea incluido en el Salón.
La familia de Pasquel exigen que lo incluyan en el Salón de la Fama
Aunque Rawitch reconoce la importancia de Jorge Pasquel, el hecho de que el Salón se centre en figuras directamente relacionadas con las Grandes Ligas y las Ligas Negras complica la candidatura de Jorge Pasquel.
Curiosamente, Monte Irvin pudo ser el primer jugador en romper la barrera del color de la MLB antes que Robinson, de no ser por un giro del destino.
Reclutado por Jorge Pasquel para jugar en México en 1942, el posible debut de Irvin en las Grandes Ligas se vio retrasado por su servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial, lo que allanó el camino para la histórica entrada de Robinson en 1947.
Hoy, la familia Pasquel sigue comprometida con honrar el legado de Jorge Pasquel, firme en su esperanza de que sus esfuerzos pioneros sean reconocidos en Cooperstown. "Seremos persistentes. Es sólo cuestión de tiempo", declaró Miguel Pasquel
Reflejando una esperanza resistente de que las barreras que su abuelo trabajó para desmantelar también derribarán las barreras para su reconocimiento en la institución más estimada del béisbol.