Si alguna vez has notado que tu cuerpo comienza a temblar mientras entrenas con pesas o mantienes una postura de yoga, debes saber que no estás solo. Muchos de nosotros experimentamos esto, especialmente al adentrarnos en nuevas disciplinas deportivas.
"Al enfrentarnos a ejercicios nuevos o intensos, nuestro cuerpo activa nuevas fibras musculares, lo que inicialmente puede provocar temblores",
explicó Matthew Accetta, fisiólogo del ejercicio en el equipo de rehabilitación y rendimiento deportivo del centro médico académico e institución de investigación HSS.
Este fenómeno refleja cómo nuestro cuerpo se esfuerza por adaptarse a las nuevas demandas físicas.
¿Por qué tiemblan los músculos al entrenar?
La principal causa de los temblores musculares es la fatiga, un indicador de que hemos alcanzado nuestra máxima intensidad durante el ejercicio.
Aunque pueden generar preocupación, estos temblores no siempre son una señal de alerta para detenerse.
"Considera los temblores como un aviso para reducir la velocidad, similar a una luz amarilla",
sugirió Accetta.
Cuándo continuar y cuándo parar
Si sientes temblores leves durante el ejercicio, generalmente es seguro continuar.
Sin embargo, si los temblores se intensifican o causan dolor, es crucial detenerte y descansar.
Ignorar estas señales puede resultar en lesiones serias. En caso de temblores intensos o dolorosos, es recomendable tomar un descanso y considerar ajustar la intensidad del ejercicio.
Para evitar temblores musculares, considera implementar:
- Entrenamiento cruzado: Varía tus actividades deportivas para mantener activos todos los grupos musculares y prevenir temblores.
- Fortalecimiento del core: Trabajar en fortalecer tu core puede ayudar a prevenir temblores, especialmente en ejercicios que ponen tensión en brazos, hombros y cuello.
- Minerales e hidratación: la falta de sodio o potasio, así como una adecuada hidratación, son clave para evitar temblores musculares.
Los temblores musculares no deben verse como un motivo de preocupación, sino como una señal de que estamos desafiando nuestros límites.
Al interpretar estas señales correctamente y hacer los ajustes necesarios en nuestro entrenamiento, podemos obtener mejores resultados sin comprometer nuestra salud.
Con práctica y los ajustes adecuados, estos temblores disminuirán a medida que nuestra condición física mejora, resaltando la importancia de entrenar de manera inteligente y escuchar a nuestro cuerpo.