Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y de Seguridad, destacó este jueves, mediante un discurso, la situación que podría empujar a Medio Oriente a una guerra regional.
Hablando desde Madrid, Borrell subrayó las graves implicaciones que tendría para la estabilidad mundial, especialmente para Europa, una escalada de las tensiones.
Durante su discurso, Borrell hizo un llamamiento crítico a Israel, aconsejando al país que mitigara sus reacciones y se mantuviera alejado de acciones que pudieran agravar el conflicto con Irán.
"No podemos escalar", declaró Borrell, haciendo hincapié en la necesidad de moderación y de un enfoque equilibrado para evitar una guerra a gran escala.
Sus palabras subrayaron la fragilidad de la diplomacia internacional y la urgencia de respuestas mesuradas.
Comprometido con la paz y la estabilidad, Borrell pidió un refuerzo de las actuales sanciones contra Irán.
Sus declaraciones se produjeron mientras se preparaba para una reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G7 en Capri, Italia.
Destacó las sanciones dirigidas contra los componentes utilizados en la producción de aviones no tripulados y misiles iraníes, afirmando: "El sistema existe, pero es necesario revisarlo, ampliarlo y hacerlo más eficaz."
La postura de Borrell indicaba un movimiento estratégico para limitar indirectamente las capacidades militares de Irán.
Asuntos Exteriores del G7
La cumbre del G7, liderada este año por Italia, también facilitó las conversaciones entre el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y su homólogo italiano, Antonio Tajani.
Los diplomáticos denunciaron los recientes ataques de represalia de Irán contra Israel, tras un ataque aéreo israelí contra el consulado iraní en Damasco.
Su diálogo también abarcó la necesidad de aumentar la ayuda humanitaria a Gaza y las estrategias para contrarrestar nuevos ataques de los rebeldes yemeníes Houthi en el Mar Rojo.
Tema Ucrania
Además, Borrell se refirió al conflicto en curso en Ucrania, afirmando el deber de Europa de proporcionar un apoyo más decisivo.
Abogó por el envío de misiles Patriot y sistemas antimisiles a Kiev, destacando la urgencia a medida que se agrava el conflicto.
"No podemos confiar sólo en Estados Unidos, tenemos que asumir nuestra responsabilidad", declaró, haciendo hincapié en el compromiso de Europa de reforzar las defensas de Ucrania frente a las crecientes amenazas.
Israel-Palestina
Borrell también renovó su petición a Israel para que evite acciones militares en Rafah, en la franja de Gaza, donde más de 1.7 millones de personas se enfrentan a una situación de vulnerabilidad sin suficientes opciones de defensa o de escape.
Subrayó la necesidad de una solución global a la cuestión israel-palestina, que reconozca los derechos de los palestinos y, al mismo tiempo, la capacidad defensiva de Israel frente a las amenazas iraníes, apoyada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
Mientras las tensiones siguen gestándose, la comunidad mundial permanece vigilante, con la esperanza de que los esfuerzos diplomáticos de líderes como Borrell logren sortear con éxito estos tiempos difíciles y eviten el descenso a la guerra.