En países desarrollados la tecnología está adoptándose cada vez desde más temprana edad. En el Reino Unido, por ejemplo, casi el 25% de los niños británicos de entre cinco y siete años poseen un teléfono inteligente, según una investigación realizada por Ofcom.
¿Deberían los padres preocuparse por esto? ¿Es un riesgo para los niños o puede considerarse sólo evolución en el uso de herramientas?
En este artículo te contamos algunos datos interesantes y comentamos los peligros reales que pueden enfrentar los más pequeños.
Datos sobre el aumento del uso de smartphones en niños
Uno de los problemas es los dispositivos no están diseñados para niños, en general. En realidad, muchas aplicaciones conocidas en todo el mundo establecen como edad mínima los 13 años.
Pero no hay evidencia sobre el respeto general reglas como esta. Servicios como WhatsApp son utilizados por al menos dos de cada 5 niños.
En su estudio anual sobre la relación de los niños con los medios de comunicación y los mundos en línea, Ofcom indicó que el porcentaje de niños de entre cinco y siete años que usaban servicios de mensajería había aumentado del 59% al 65%.
El informe de Ofcom también destaca que reglas de uso por los padres están disminuyendo, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad de los niños en línea.
Pero se puede notar fácilmente que el problema no es sólo mensajería, sino también el uso de todo tipo de de redes sociales, transmisiones en vivo y juegos en línea.
Los niños en el grupo de edad de cinco a siete años aumentaron desde toda perspectiva su presencia en el mundo en línea.
El número en redes sociales aumentó del 30% al 38%, mientras que para las transmisiones en vivo aumentó del 39% al 50%. Alrededor del 41% están jugando en línea, esto representa un aumento del 34% respecto al año anterior.
Estas tendencias preocupan a algunos activista. Ahora más personas abogan por la introducción de límites de edad más estrictos.
Medidas para regular el uso del teléfono
A pesar de que la mayoría de los teléfonos de los niños son proporcionados por los padres, existen desafíos en cuanto a la supervisión y el control de la actividad en línea de los menores.
Los padres enfrentan presiones sociales y tecnológicas para permitir que sus hijos accedan a plataformas en línea, lo que a menudo les pone en una posición difícil.
Los padres deben establecer conversaciones abiertas con sus hijos y supervisar de cerca sus actividades en línea para garantizar su seguridad y bienestar.
La implementación de medidas como la verificación de la edad de los usuarios y el diseño de plataformas con enfoque en los derechos infantiles son consideradas fundamentales para garantizar una experiencia en línea segura y saludable.
El gobierno británico está tomando medidas para abordar estos problemas, incluida la consulta sobre la Ley de Seguridad en Línea y el uso de inteligencia artificial para combatir contenidos dañinos en línea.