La Federación Española de Fútbol (RFEF) respondió a las amenazas del presidente Joan Laporta haciendo públicas las grabaciones de audio del VAR durante el último Clásico, donde las tensiones y las apuestas son invariablemente altas.
Declaraciones de Laporta sobre las decisiones arbitrales
Esta medida se tomó a raíz de los comentarios del presidente del Barcelona, Joan Laporta, sobre una posible repetición del partido, dependiente de las pruebas que confirmen si el polémico gol de Lamine Yamal había cruzado realmente la línea.
Las grabaciones publicadas arrojan luz sobre el proceso de toma de decisiones en las decisiones críticas durante el partido.
Audios publicados por la RFEF sobre el Clásico
Un fragmento de audio muestra al árbitro del VAR Sánchez Martínez aconsejando al árbitro de campo Soto Grado, afirmando: "No hay evidencia de que el balón haya entrado", anulando efectivamente el gol de Yamal.
Otras revelaciones de los audios del VAR incluyen discusiones sobre otro incidente clave: una posible falta en la que se vieron implicados Christensen y Kroos.
Martínez lo resolvió diciendo: "Nada. Se le apoya un poco para rematar y ya está". Las grabaciones también verificaron un penalti a favor del Real Madrid, con Martínez declarando: "Zancadilla, zancadilla. Penalti confirmado" (Zancadilla, zancadilla. Penalti confirmado), una decisión que el árbitro comunicó a los jugadores del Barcelona que protestaban.
El comunicado documenta además los esfuerzos por aliviar las tensiones entre los jugadores. En particular, Soto Grado calmó a un agitado Ferran Torres, recordándole: "Ya en la Supercopa estuviste muy alterado. No te alteres".
Este acto de transparencia por parte de la RFEF se alinea con sus acciones previas tomadas tras la final de la Copa del Rey, contribuyendo a una iniciativa en curso para mejorar la claridad y la imparcialidad en el arbitraje futbolístico.
Al compartir estos audios, la RFEF no sólo educa al público sobre las complejidades de la toma de decisiones en partidos de alto riesgo, sino que también refuerza la integridad del arbitraje deportivo en medio de los apasionados debates que suelen acompañar al Clásico.
El enfoque proactivo de la RFEF en este caso no sólo aclara las decisiones específicas tomadas, sino que también establece un modelo para la gestión de futuras disputas en este deporte.
Mientras persiste la búsqueda de un arbitraje impecable, este tipo de iniciativas garantizan que el espíritu del juego siga siendo primordial, reforzado por la transparencia y la imparcialidad.