La administración Biden, bajo la dirección del Departamento de Justicia, anunció este martes su plan para reclasificar el cannabis como una droga de bajo riesgo en EEUU, alterando así su estatus legal y afirmando sus beneficios médicos.
Este cambio propuesto situaría a la marihuana como sustancia controlada de la Lista III junto a drogas como la ketamina y ciertos medicamentos con codeína.
Una fuente indicó que el fiscal general Merrick Garland presentará en breve un borrador de norma a la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, iniciando así un extenso proceso de elaboración de normas que incluye aportes públicos y que podría prolongarse durante varios meses.
Históricamente, el cannabis es tratado como una droga de la Lista I junto con la heroína y el LSD, esto debido a su supuesto alto potencial de abuso y falta de eficacia médica.
Sin embargo, reclasificación a la Lista III, avalada por las evaluaciones de los Servicios de Salud y Humanos de EEUU y la Administración de Alimentos y Medicamentos, se produce tras una revisión ordenada por el presidente Joe Biden el año pasado.
Esta revisión reconoció los usos médicos válidos de la marihuana y su riesgo entre moderado y bajo de dependencia física.
Planes de reclasificación del cannabis en EEUU
Apoyando esta opinión, la FDA y el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas reconocieron la importancia clínica de la marihuana y su potencial de abuso relativamente menor en comparación con drogas más fuertes de la Lista I y II.
Esta reclasificación podría tener un impacto significativo en la expansiva industria del cannabis. Desde que Colorado hizo historia con la primera venta legal de cannabis para uso adulto en 2014, la industria evolucionó hasta convertirse en un mercado multimillonario que atrae inversiones internacionales.
Con el posible cambio a la Lista III, podríamos ver mayores oportunidades de investigación, un alivio de las restricciones financieras y legales para las empresas de cannabis y una reducción de las severas sanciones penales vinculadas a su comercialización y distribución.
Sin embargo, según el Servicio de Investigación del Congreso, este cambio federal no resolverá las persistentes discrepancias entre las leyes federales y estatales relativas al uso recreativo de la marihuana.
Estos conflictos apuntan a que es probable que continúen las acciones para hacer cumplir la ley, a pesar de la legislación estatal.
Consecuencias de la reclasificación de drogas
Además, la reprogramación no afectaría a las actuales protecciones federales para los programas estatales de marihuana medicinal y no se extiende al cáñamo y a los productos de CBD, que fueron desregulados por la Ley de Mejora de la Agricultura de 2018.
Mientras el borrador de la norma se encuentra en evaluación pública y gubernamental, las decisiones consecuentes tendrán un profundo impacto en el panorama legal y comercial de la marihuana, revolucionando su papel en los sectores médico, social y económico en todo EEUU.
