La representante de Georgia, Marjorie Taylor Greene, una prominente figura de extrema derecha, que se prepara para una reunión crítica. Programada para el lunes por la tarde, su discusión con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, representa un paso importante en su intento de cuestionar su liderazgo.
Partidaria del expresidente Donald Trump, Greene expresó su firme oposición al respaldo de Johnson a una ayuda sustancial a Ucrania.
Esta discrepancia está por alcanzar su punto álgido esta semana con su moción prevista, que pretende provocar una reconsideración del liderazgo de Johnson entre los miembros de la Cámara.
Tales desafíos al liderazgo del partido no son nuevos. El año pasado, el representante republicano Matt Gaetz provocó con éxito una votación que destituyó al anterior presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, lo que condujo al ascenso de Johnson.
La estrategia de Greene refleja estos esfuerzos anteriores, aunque los posibles resultados son aún indeterminados.
Fuentes internas sugieren que Johnson, con el apoyo de su partido y de algunos demócratas, podría evitar con éxito el desafío de Greene.
Los líderes demócratas indicaron que podrían apoyar una moción para rechazar la iniciativa de Greene, tratando de mantener el liderazgo de Johnson.
En su crítica, Greene adopto una postura agresiva, calificando a Johnson de "orador demócrata" y acusándole de recibir influencias de figuras demócratas como Hakeem Jeffries y Chuck Schumer.
Johnson, por su parte, defiende su apoyo a Ucrania como una estrategia para evitar la implicación militar estadounidense, haciéndose eco de un sentimiento compartido por el presidente Joe Biden.
Influencia política de los demócratas
El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Jeffries, también habló de la importante influencia que tienen los demócratas en asuntos legislativos, a pesar de estar en minoría.
Sus comentarios en el programa "60 Minutes" de la CBS apuntan a una influencia estratégica que los demócratas están utilizando eficazmente en el marco político actual.
Esto no sólo afecta a los principales implicados, sino que también tiene implicaciones más amplias para la política exterior estadounidense y la dinámica interna del Partido Republicano.
El desafío de Greene contra Johnson pone de manifiesto una división arraigada dentro del partido, presentando una escena en la que las consideraciones ideológicas y prácticas están continuamente en desacuerdo.
