Un impactante incidente captado por una cámara de seguridad doméstica en Fort Worth, Texas, muestra como Errol Hill, un niño de 9 años, escapó milagrosamente de sufrir daños cuando unas balas perdidas de un tiroteo atravesaron la pared de su apartamento.
El suceso tuvo lugar el 1 de mayo justo antes de la cena, cuando Errol, que disfrutaba de un rato con sus dos perros, se sobresaltó por la repentina intrusión de las balas, que llenaron la habitación de ruido y polvo.
Este acto de violencia armada, ocurrido cerca del complejo de apartamentos Las Vegas Trail el 2 de mayo, dejó seis heridos, entre ellos cuatro menores de entre 3 y 19 años. A pesar de las investigaciones en curso, el autor sigue en libertad.
Declaraciones del niño y su madre
Aunque en un principio percibió los disparos como inofensivos fuegos artificiales, Errol no tardó en darse cuenta de la gravedad cuando el clamor de los vecinos llenó el aire. "Atravesó la pared", relató a NBC News, describiendo la horrible constatación de que los ruidos eran efectivamente disparos.
En medio del tumulto, la residente y madre de Errol Mary Jane Gonzales, auxiliar médico, entró en acción de inmediato para asistir a las seis víctimas heridas fuera de su residencia. Dijo a NBC News: “Me aseguré de que mi hijo estaba bien, salí para ver dónde habían disparado exactamente, y mientras estaba fuera, escuché a todas las familias de abajo gritando”.
Este incidente dejó a la familia de Errol, que renovó el contrato de alquiler de su apartamento apenas unas semanas antes, en un estado de miedo y ansiedad.
La familia busca mudarse luego de lo sucedido
La conmoción perturbó su sensación de seguridad, obligándoles a considerar la posibilidad de trasladarse a un barrio más seguro. Abrieron una página GoFundMe para apoyar sus esfuerzos de reubicación, buscando la ayuda de la comunidad de Fort Worth, Texas.
Mary Jane Gonzales compartió el profundo impacto de esa noche en su familia, diciendo: “El miedo que sentimos esa noche todavía nos persigue, en especial a nuestros hijos, que ahora tienen temor de quedarse en el lugar que hemos llamado hogar durante cuatro años”.
Este angustioso episodio no sólo pone de relieve la vulnerabilidad de los transeúntes inocentes en los episodios de violencia armada, sino que también trae a primer plano cuestiones urgentes sobre la seguridad y el trauma duradero que tales incidentes infligen a las comunidades.
