El presidente Joe Biden ejerció el privilegio ejecutivo, bloqueando de forma efectiva la publicación de una grabación de audio de una entrevista relativa al caso de documentos clasificados.
La entrevista bloqueada la realizó con el abogado especial Robert Hur, que previamente había decidido no acusar a Biden.
La decisión de retener el audio la comunicó Ed Siskel, consejero de la Casa Blanca, siguiendo el consejo del fiscal general Merrick Garland.
Lo que debes saber: la decisión de Biden de usar el privilegio ejecutivo para bloquear la grabación llega en un momento en el que continúan las investigaciones, a pesar de que los republicanos del Congreso obtuvieron previamente del Departamento de Justicia acceso a las transcripciones de las entrevistas relacionadas.
Los riesgos de las grabaciones de Biden
El fiscal general Merrick Garland, en su asesoramiento, señaló los riesgos de entregar estas grabaciones al Congreso.
Garland argumentó que tal medida podría poner en peligro la integridad de las investigaciones criminales de alto riesgo que están en curso y disuadir la cooperación voluntaria de personal esencial de la Casa Blanca.
El funcionario del Departamento de Justicia Carlos Felipe Uriarte reafirmó una política de larga data que defiende la afirmación del privilegio ejecutivo contra el procesamiento penal por desacato al Congreso.
Esta política se ha mantenido a lo largo de varias administraciones, reforzando la inviolabilidad de las comunicaciones del ejecutivo en las investigaciones legislativas.
El caso de documentos clasificados del presidente
La decisión sobre el acceso a la información está preparando el terreno para un debate muy intenso en la Cámara de Representantes por parte de los legisladores republicanos.
El uso del privilegio ejecutivo por parte del presidente Biden pone de relieve la compleja interacción entre la gobernanza y los marcos jurídicos en Estados Unidos.
El abogado especial Robert Hur señaló en su informe que el comportamiento de Biden durante la entrevista podría evocar la empatía del jurado, presentándolo como una persona de edad avanzada con problemas de memoria.
Pero, esta caracterización fue rebatida enérgicamente por Biden y descartada además por Garland como infundada, afirmando la agudeza de Biden al recordar acontecimientos significativos