Las fuertes lluvias presentadas durante las últimas semanas desataron inundaciones catastróficas en Ghor, una provincia de Afganistán, acabando con la vida de al menos 50 personas y dejando a varias desaparecidas.
El Ministerio afgano para los Refugiados utilizó la plataforma social X este sábado para destacar el extenso incidente, señalando la destrucción de miles de hogares e infraestructuras críticas, lo que trastornó un gran número de vidas.
Daños que dejaron las inundaciones en Afganistán
El Ministerio transmitió detalles alarmantes: aproximadamente 2.000 viviendas quedaron completamente arruinadas, y otras 4.000 sufrieron graves daños. La catástrofe no perdonó nada, devastando extensas tierras agrícolas, destruyendo numerosos puentes, alcantarillas y presas, y arrasando innumerables árboles.
El número de cabezas de ganado muertas ascendió a miles, lo que agravó las dificultades económicas de una región que ya se enfrentaba a numerosos problemas.
Zabihullah Mojahid, portavoz del gobierno, expresó en X su profundo dolor por el devastador impacto de estas inundaciones. Sus sentimientos resonaron con el profundo pesar que siente la nación, un sombrío recordatorio de las frecuentes batallas de Afganistán contra las calamidades naturales.
Un año difícil para el país islámico
Las Naciones Unidas destacaron que, en las últimas semanas, las inundaciones repentinas terminaron con cientos de vidas en todo Afganistán, lo que revela la extrema vulnerabilidad de la región a este tipo de fenómenos meteorológicos.
Este año es particularmente difícil para Afganistán, ya que en abril se produjeron numerosas lluvias e inundaciones fuera de temporada que causaron más de 100 muertos tanto en Afganistán como en Pakistán y la pérdida de más de 600 animales.
Además, en julio del año anterior, las inundaciones repentinas se cobraron más vidas, a las que siguió en octubre un terremoto de magnitud 6.3 y otro de 4.1, que causó miles de muertos en el oeste de Afganistán.
El reconocimiento por parte de los talibanes del "grave balance" de estas catástrofes representa un llamado urgente para que se intensifiquen los esfuerzos de recuperación y se mejoren las estrategias de preparación ante las catástrofes.