En el North Wilkesboro Speedway este domingo, Ricky Stenhouse Jr. y Kyle Busch protagonizaron una pelea que desató especulaciones generalizadas sobre posibles medidas disciplinarias en vísperas de la próxima carrera Coca-Cola 600 de la NASCAR en Charlotte.
No se trató de una simple pelea espontánea, sino de una respuesta calculada por parte de Stenhouse, indicativa de las tensiones que se fueron acumulando.
¿Qué llevó a la pelea entre los pilotos de NASCAR?
El incidente se desencadenó después de una Carrera de las Estrellas inicialmente sin incidentes, llegando a su final cuando Stenhouse respondió a la agresiva maniobra de Busch que hizo chocar al Chevrolet de Stenhouse.
El enfrentamiento se intensificó rápidamente, implicando no sólo a los pilotos, sino también a sus equipos e incluso al padre de Stenhouse, culminando en una escena en la que la seguridad luchó por contener el desorden, y ambos pilotos acabaron en el suelo.
Durante una entrevista con Fox Sports tras el evento en Wilkesboro, Stenhouse expresó su determinación de venganza, declarando abiertamente sus planes de llevar la batalla a Charlotte.
"Te voy a destrozar en Charlotte", afirmó, subrayando la duradera animosidad entre ambos. Busch, en su defensa, señaló sus continuas luchas esta temporada, subrayándolas con un toque de sarcasmo sobre su actuación.
Consecuencias para los implicados en el incidente
Esta pelea puede traer grandes consecuencias. Stenhouse, vencedor en las 500 Millas de Daytona del 2023, se arriesga a una suspensión por parte de la NASCAR que podría afectarle no sólo a él, sino también a su equipo y a los miembros de su familia implicados en la refriega.
Del mismo modo, si los responsables de la NASCAR llegan a la conclusión de la intencionalidad de las acciones de Busch, él podría enfrentar sanciones que podrían poner en peligro su posición, actualmente 13ª en la clasificación de la temporada.
Busch expresó su frustración por las tácticas de conducción agresiva que se están empleando demasiado pronto en las carreras, lamentándose tras la carrera: "Primera vuelta de la carrera, ni siquiera tenemos aún la temperatura del agua en el coche y ya nos estamos destrozando unos a otros".
Mientras tanto, la propia carrera, dominada por Joey Logano con mínimos cambios de liderato, fue criticada por su falta de acción y las pocas oportunidades de adelantamiento, un punto señalado por el subcampeón Denny Hamlin y del que se hicieron eco aficionados y pilotos por igual.