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"Princesas" Ana y Mia: el fenómeno en redes sociales que promueve trastornos alimenticios

Es importante identificar las cuentas en redes sociales que se dedican a fomentar los trastornos alimenticios para detener la desinformación

Ana y Mia
Estos perfiles fomentan los TCA como un medio para conseguir lo que estas chicas consideran es el concepto de un cuerpo "perfecto". Foto: El Tiempo Latino.

Subirse a la báscula todos los días, que la cinta métrica diera la vuelta completa a su cintura, anotar su peso y medida. Esta era la rutina diaria de Teresa en 2020, cuando conoció a Ana y Mia, dos "princesas" que se convertirían en sus peores enemigas y la introducirían en un camino que no parecía tener fin: los trastornos alimenticios.

Era una tarde aburrida de cuarentena cuando Teresa, que en ese momento tenía  14 años, escuchó a la youtuber Pautips hablar sobre cómo superó un trastorno alimenticio y mencionar las páginas web pro-Ana (anorexia) y pro-Mia (bulimia). Incursionando en estos blogs y videos, Teresa encontró un mundo que pintaba como cuento de hadas, pero la realidad era más cercana a una película de terror.

¿Qué son estos perfiles?

Estas comunidades existen desde los inicios de internet, la primera en advertir acerca de este hecho fue la influyente presentadora estadounidense Oprah Winfrey, quien en 2001 dedicó uno de sus programas a este fenómeno y declaró:

"Estos sitios de Internet son como poner una pistola en manos de alguien que está deseando suicidarse".

Iniciaron como blogs en internet y conforme ha avanzado la tecnología podemos encontrar este contenido en redes sociales como Instagram, Pinterest, Twitter, TikTok y grupos en WhatsApp.

20 millones expuestos a los TCA en redes sociales

Un reporte de Fairplay, compartido en 2022, reveló que el algoritmo de Instagram promueve las cuentas y el contenido que fomenta los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) y actualmente alcanzan alrededor de 20 millones de usuarios y 37.75% de estos usuarios son menores de edad, llegando incluso a los nueve años.

Los investigadores identificaron 153 cuentas principales que eran públicas y contaban con alrededor de 1.000 seguidores, todos estos perfiles fomentaban los trastornos alimenticios. Se calculó que aproximadamente 1.6 millones de usuarios en Instagram siguen estas cuentas y 88.655 siguen a tres o más, lo que quiere decir que al menos 20 millones de los usuarios de esta red social siguen al menos una de estas 88.655 cuentas.

Instagram no es la única. Un estudio sobre TikTok y la cultura de las dietas, publicado en la revista científica PLOS ONE en 2022, reveló que los contenidos populares de esta plataforma a menudo promueven hábitos alimentarios desordenados entre los espectadores, presentando los tipos de cuerpo más delgados como más ideales y aprovechándose de las inseguridades de los espectadores en torno a sus cuerpos.

La meta inalcanzable del "cuerpo perfecto"

Estos perfiles fomentan los TCA como un medio para conseguir lo que estas chicas consideran es el concepto de un cuerpo "perfecto", que suele tener un aspecto frágil. Fomentan cuerpos esqueléticos y se rigen por lemas asociados a que no deben parar hasta que se marquen sus huesos. "Yo empecé a tener una obsesión con esto", confesó Teresa.

"Al principio me daba miedo ver un cuerpo esquelético, pero luego pasé a querer tenerlo".

Los usuarios de estas comunidades comparten dietas, rutinas de ejercicio, consejos para dejar de comer, memes sobre trastornos alimenticios e inspiración de cuerpos sumamente delgados a lo que llaman "Thinspiration".

Las princesas de los trastornos alimenticios

"Bienvenidas. Este es un blog para aquellas que buscan un sueño y que se sienten incomprendidas, que están cansadas de que todos vengan a decirles 'no hagas eso, te estás matando, la felicidad no reside en el físico' y semejantes bobadas. Decidir luchar por un sueño es mucho más que pesar X kilos, es el esfuerzo, es la superación día a día, es la ilusión porque sabes lo que quieres, y sobre todo es conseguirlo :). Espero que este blog no sea sólo un monólogo mío, porque creo que tenemos que estar unidas en esto, ayudarnos y darnos muchos ánimos. Porque nadie dijo que fuera fácil ser princesa".

Este texto fue publicado en 2009 por Alejandra, una chica española de 17 años, como mensaje de bienvenida a un fotolog, una red en internet en la que colgaban fotos y esperaban comentarios. En su blog, la española contaba orgullosa como en tres días tan sólo consumió 500 calorías.

Muchas de las personas que pertenecen a estas comunidades utilizan este texto como biografía o entrada a su página. A este grupo pertenece cualquier persona con un trastorno alimenticio y se llaman de princesa o príncipe. Está conformada principalmente por personas con anorexia o bulimia, quienes se distinguen bajo el nombre Ana o Mia.

Actualmente podemos encontrar en redes sociales el uso de los hashtags #Ana y #Mia o #Thinspiration. Los usuarios utilizan estos hashtags y comparten fotos de sus avances en la pérdida de peso, frases de inspiración, se desahogan, dan consejos, cuelgan videos y se apoyan.

Ana y Mia, "consejeras del diablo"

Teresa cuenta que las comunidades se dividen en los dos grupos, Ana y Mia. En ellas diferentes personas hacen el papel de consejeras del diablo.

"Si les comentabas que querías pedir ayuda psicológica te decían que no. Que el psicólogo en realidad lo único que quiere hacer es lavarte el cerebro".

Estas "consejeras" decían a las chicas que el psicólogo o sus familiares querían hacerlas engordar y que si lo hacían, nadie las iba a querer. Teresa se alejó de sus amigos, dejó de compartir con su familia y poco después llegó a la depresión.

Y es que esta es sólo una de las consecuencias de los trastornos de la alimentación. Los malos hábitos alimenticios llevan a las personas a desarrollar ansiedad, depresión, daños al sistema digestivo, pensamientos suicidas, hasta la muerte.

En Estados Unidos, cada año se producen 10.200 muertes como consecuencia directa de un trastorno alimentario, es decir, una muerte cada 52 minutos.

Autodestrucción bajo la máscara de "amabilidad"

A pesar de promover ideales irreales y de violencia hacia uno mismo, Teresa comenta que las personas de la comunidad eran bastante amables y lo hacían con buena intención. Sin embargo, confesó que realmente nunca se sintió 100% parte de esta comunidad.

"Sentía que no era lo suficientemente delgada y que no tenía un trastorno alimenticio lo suficientemente fuerte como para formar parte".

Teresa pensaba esto a pesar de tener claros síntomas de depresión, darse atracones casi todos los días y padecer dismorfia corporal (BDD). De hecho, la dismorfia corporal es un trastorno que acompaña a Teresa hasta hoy en día.

"Hay días en los que me veo más delgada, otros más gorda. Todos los días me percibo diferente y es algo que la verdad hasta el día de hoy no sé cómo controlar".

Un fantasma que no se va

Teresa asegura que el proceso de recuperación es aún más duro. Recuerda que no fue fácil, incluso cuando contaba con citas psiquiátricas aún seguía viendo el contenido de Ana y Mia.

"Creo que (la dismorfia corporal) es algo con lo que voy a vivir por el resto de mi vida", afirmó Teresa.

Y tristemente, está en lo correcto. "Nunca nadie se cura , pero si aprendes a sobrellevar tu enfermedad", afirmó Amada Ruz Phillips, médico cirujano con diplomado en nutrición clínica y psicología de la alimentación.

Incluso, Ruz asegura que la medicación de un paciente con trastornos de la conducta alimentaria puede llegar a ser hasta cuatro años.

"Yo fui paciente de trastorno de la conducta alimentaria hace seis años y todavía tengo mis controles",

confesó Ruz, resaltando que esta experiencia fue lo que la motivó a incursionar en esta carrera.

Redes sociales y salud mental: un compromiso necesario

TikTok se asoció con la Asociación Nacional de Trastornos de la Conducta Alimentaria (NEDA) en 2020. En ese momento, un portavoz de la compañía declaró a ABC News que:

"querían fomentar un entorno inclusivo y positivo para el cuerpo donde las personas puedan encontrar apoyo, afirmación y empatía dentro de su comunidad".

En el caso de Instagram, cuando los usuarios buscan o publican contenido que fomenta algún trastorno alimenticio, la compañía destaca organizaciones que proveen ayuda. Además, las cuentas que comparten este contenido no salen en las recomendaciones y da la posibilidad de reportarlas. Los padres también tienen la opción de configurar la protección parental en los computadores y celulares de sus hijos. Esta función evitará la entrada a estos sitios web.

Los trastornos alimenticios son una grave amenaza para la salud mental y física de las personas, especialmente de los jóvenes. Las redes sociales se han convertido en un caldo de cultivo para estas comunidades peligrosas que promueven ideales de belleza irreales y conductas destructivas.

Es fundamental poder reconocer estas páginas y usuarios que promueven trastornos alimenticios, además de enseñar a los niños a detectar desinformación y publicaciones peligrosas. En caso de notar que su hijo sigue alguna de estas cuentas manténgase atento e identifique si puede padecer algún trastorno alimenticio.